Harry Bosch, detective de la Policía de Los Ángeles, ha sido siempre un solitario.
Hijo de una prostituta asesinada, fue criado en orfanatos y quedó luego marcado por la dura experiencia de Vietnam. Ahora, un caso rutinario de muerte por sobredosis le devuelve a su pasado. La víctima, Billy Meadows, había servido en su misma unidad. Ambos eran "ratas de túnel", ambos combatieron en los túneles del Viet Cong y ambos habían experimentado el horror del "eco negro". Ahora Meadows está muerto, pero su rastro parece apuntar a un gran atraco bancario perpetrado a través de la red de túneles del alcantarillado.
Entra. Camina con cautela, busca en mis espacios los detalles, como si debajo del cuadro o de la mesita de noche hubiera una advertencia, un indicio que señale el lugar donde su pie quedará enganchado, el grillete fatal. Si algo lo sobresaltara, si un ruido rompiera el aire, saldría disparado. Por eso piso con mesura, hago que mis manos lo convenzan. No hay nada que lo atrape, ningún dispositivo hará caer la jaula. Parado en medio del cuarto, mi gorrioncito se quita la ropa y me besa pero hay algo en su forma de mirar que me perturba. Entonces lo entiendo. La trampa existe: él es mi carnada. «A una trampa para pájaros», de Orlando Mondragón. Orlando Mondragón es médico y poeta mexicano. Fue becario en la Fundación para las Letras Mexicanas en 2019 y del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico del Estado de Guerrero en 2018. Ganador del IV Premio de Poesía Alejandro Aura por su primer libro Epicedio al padre (Elefanta, 2017) y del XXXIV Premio Internacional de poesía Fundación LOEWE por Cuadernos de patología humana (Visor, 2022).
Este libro contiene tres ensayos escritos (y dictados) entre 1882 y 1889: Lección para estudiantes de arte, Decoración del hogar y Modelos londinenses. Reflejan el interés y profundidad del autor acerca del arte y la belleza: en ellos no solo aborda la composición, el color y los materiales, sino también la universalidad de lo bello en la decoración, en el vestuario y en el mero existir.
Susan Ryeland ha sido durante años la editora del excéntrico escritor superventas Alan Conway. Los lectores adoran al protagonista de su serie más famosa, el detective Atticus Pünd, que se dedica a resolver crímenes en la década de los cincuenta por pueblecitos ingleses aparentemente tranquilos.
Sin embargo, la última novela que ha entregado Conway, y a la que le faltan los últimos capítulos, no es como las demás y está a punto de cambiar la vida de Susan. Aunque en la narración hay cadáveres y una interesante lista de sospechosos, entre las páginas del manuscrito se esconde otra historia: una trama que se entrelaza con la vida real en la que los celos, las envidias, las ambiciones despiadadas y los asesinatos superan con creces a la ficción.
¿Y si el imbécil al que odias fuese también el único hombre al que no logras resistirte?
Travis Anderson es, con toda probabilidad, el tipo más arrogante, bocazas e idiota que conozco. El problema es que también es el hermano del novio de mi mejor amiga. Ahora que Travis está viviendo en casa de Blake, a pesar de mis esfuerzos para evitarlo, acabamos coincidiendo durante un fin de semana. Y el encuentro termina siendo como el choque frontal de dos trenes a toda velocidad: devastador y... catastrófico.
Odio cómo me hace sentir.
Odio la forma en la que mi cuerpo reacciona cuando está cerca.
Y, sobre todo, odio que, a pesar de su impertinente actitud, me estoy empezando a divertir con esta estúpida guerra personal que hemos entablado.
Lo odio con todas mis fuerzas.
Pero, cuanto más descubro de él, más difícil se me hace continuar odiándolo.
El exitoso retorno a la novela de la autora de Donde el corazón te lleve con una inolvidable historia de amor entre dos polos opuestos.
Edith y Andrea, una joven transgresora y un capitán de barco serio y disciplinado, se encuentran por casualidad en un ferri entre Venecia y Grecia, una coincidencia mínima de las muchas que componen la vida. Pero en su caso, este hecho cambia el rumbo de ambos para siempre: no se enamoran de inmediato, tampoco pueden olvidarse.