Durante unas placenteras vacaciones en Egipto, el detective Hércules Poirot coincide con Linnet y Simon, unos conocidos suyos que están de luna de miel en el país de los faraones. El encanto de tan maravillosos días se rompe cuando una mañana, en el transcurso de un crucero por el Nilo, la bella Linnet aparece muerta de un disparo en la cabeza. ¿Será capaz Poirot de encontrar al asesino de la joven esposa? ¿Será capaz de discernir entre imaginación y realidad, aun estando a bordo la ex pareja de Simon, empeñada desde el mismo día de la boda en arruinar su matrimonio con la desafortunada Linnet? El misterio está servido.
Por un instante, los dos trenes circularon paralelos. En ese preciso momento, Elspeth McGillicuddy presenció un asesinato. Desde su vagón vio con impotencia como en el otro tren un hombre agarraba sin piedad el cuello de una mujer hasta estrangularla. Después el tren se alejó.
No había sospechosos ni testimonios. Tampoco había cadáver. ¿Quién, salvo Jane Marple, se tomaría en serio esta historia?
«Este libro es el ejemplo perfecto de lo que debe ser una historia de detectives; uno regresa continuamente a verificar pistas, ninguna es irrelevante.» The Times (1957)
Una autora que nunca pasa de moda.
Durante un placentero viaje a Oriente Medio, entre las ruinas de Petra, aparece el cuerpo de la matriarca de la poderosa familia Boynton. La pequeña marca de un pinchazo en la muñeca es la única prueba de que ha sido asesinada.
El detective Hércules Poirot deberá enfrentarse, de nuevo, al reto de resolver un asesinato con más sospechosos que pistas; y es que muchos podrían desear la muerte de la tiránica señora Boynton, poseedora de una codiciada fortuna. Poirot, pese a la complejidad del caso, se propone dar con el asesino en menos de veinticuatro horas, iniciando así una investigación que conducirá al desenlace más inesperado.
Todos tenían motivos para desear su muerte, todos son sospechosos.
Una novela rica y compleja que se ha ganado bien merecidamente su prestigio
«Escribiré mi informe como si contara una historia, pues me enseñaron siendo niño que la verdad nace de la imaginación. El más cierto de los episodios puede perderse en el estilo del relato, o quizá dominarlo: como esas extrañas joyas orgánicas de nuestros océanos, que si las usa una determinada mujer brilla cada día más, y en otras en cambio se empañan y se deshacen en polvo.»
Una novela torrencial sobre la España negra que nunca se borró de la conciencia literaria de Camilo José Cela
Primera novela publicada por Camilo José Cela después de que le concedieran el premio Nobel de Literatura en 1989, El asesinato del perdedor tiene por hilo conductor el acoso del que un juez hace objeto a una pareja a la que descubrió besándose y magreándose en un local público. Ese planteamiento en apariencia sencillo da pie a un incontenible torrente de anécdotas, diálogos escacharrantes y cruces de personajes reales y ficticios, en el que la prosa siempre magistral de Cela, en plena madurez, despliega su personalísima cifra de humor, procacidad, lirismo, barbarie y sabiduría, obligando al lector a revisar todos sus prejuicios sobre el género.
Sir Stafford Nye vuela desde Malasia a Londres. Pero el viaje se ve alterado cuando una joven le confiesa que alguien intenta matarla. En un momento de debilidad, Sir Stafford le presta su pasaporte. Sin saberlo, el diplomático acaba de poner en riesgo su vida.
Cuando vuelve a encontrarse con la mujer misteriosa, ella es una persona distinta, y él se ve arrastrado a una batalla contra un enemigo invisible y verdaderamente peligroso.