David Galán, conocido como REDRY, es uno de los poetas urbanos más queridos. En esta ocasión, además de los textos que hacen honor a su poética habitual y tan apreciada por su audiencia, se enfrenta a un diálogo lírico, creativo y novedoso con sus escritores de cabecera.
El libro está organizado como una travesía habitual de avión, por lo que el vuelo supone la columna vertebral del poemario, en el que cada apartado supone un destino "aéreo" puntual de interlocución poética, en el que Redry se sumerge en la palabra de Benedetti, Chacel, Lorca, Pizarnik, Mistral, Whitman, Machado, Delibes, etc., entre otros muchos creadores, dando "vuelo" a sus propios poemas, inquietudes y emociones.
Basho no habría oído zambullirse la rana y hacer ruido en el agua sin el permiso del indecible Tao. * El Tao lo que hizo fue jugar con Basho, la rana y el agua para facilitarle al poeta el gran hallazgo.
Esta es una historia de amor, de sueños y de vida. La de Valentina. La chica que no sabía que tenía el mundo a sus pies, la que creció y empezó a pensar en imposibles. La que cazaba estrellas, la que anhelaba más, la que tropezó con él. Con Gabriel. El chico que dibujaba constelaciones, el valiente e idealista, el que confió en las palabras «para siempre», y creó los pilares que terminaron sosteniendo el pasado, el ahora, lo que fueron y los recuerdos que se convertirán en polvo.
Este libro es el programa de mano del estreno en París de una pieza teatral titulada Muñequita rubia, de Pierre-Michel Wals. Contiene el texto de la obra, una nota introductoria de la directora del Teatro de las Artes, el listado de personajes y actores, algunos bocetos del vestuario y algunos anuncios publicitarios.
La obra pone en escena el reencuentro de cinco amigos que en su juventud montaron el grupo musical los Peter-Pans y tuvieron un primer éxito con una canción titulada «Muñequita rubia». Ahora, veinte años después de aquello, vuelven a verse las caras. La peculiaridad de la reunión es que tres de ellos siguen vivos, han envejecido y están a punto de cumplir los cuarenta, pero los otros dos, que fallecieron hace tiempo, se presentan como fantasmas veinteañeros anclados en el pasado. El cruce de unos y otros lleva a una reflexión melancólica, divertida y desencantada sobre la vida, los anhelos y el paso del tiempo, en un territorio entre el sueño y la realidad.
Alaxi Dalem está acostumbrado a una vida demasiado tranquila, como agricultor y padre de familia, en un pueblo perdido del desierto de Mojave.
Cuando recibe la visita de dos militares su pasado le explota en la cara: Lena Gradavi, alto mando de defensa, ha sido secuestrada en el Karón, un proyecto que crearon a medias en la universidad.
Dicha máquina crea mundos virtuales, a partir de los recuerdos, y tuvo que ser prohibida y retirada. Alaxi es el único capaz de conectarse.
¿Por qué ha vuelto allí Lena? ¿Quiénes la retienen? Su marido, el general Ritcard, teme por Quimera, el sistema de datos que gobierna el país.
Alaxi acepta conectarse a la mente de Lena, pero sus males acaban de empezar: ella es también su ex y él la dejó de la peor manera, lo que convierte la misión en un auténtico infierno.
Raquel lleva toda la vida loca por Ares, su atractivo y misterioso vecino. Lo observa sin ser vista desde su ventana y es que, muy a su pesar, no han intercambiado ni una triste palabra. Lo que Raquel no sabe es que eso está a punto de cambiar...
Ares comenzará a cruzarse en su camino hasta en los lugares más inesperados y descubrirá que, en realidad, Raquel no es la niña inocente que creía.
Ahora, Raquel tiene muy claro su objetivo: conseguir que Ares se enamore de ella. Por supuesto, no está dispuesta a perderlo todo por el camino, y mucho menos a sí misma...