Cuidar de un lujoso apartamento en el barrio más exclusivo de Manhattan parece un trabajo ideal para Jules Larsen, especialmente ahora que acaba de quedarse sin novio, sin casa y sin trabajo. Así que, a pesar de las peculiares normas que le han impuesto, se muda a su nuevo apartamento sin dudarlo. Cuando extraños sucesos empiezan a ocurrir, Jules piensa que son imaginaciones suyas. Sin embargo, poco a poco será innegable que tras la fachada de este magnífico edificio y de los amables vecinos que viven en él se enconden muchos secretos. Y será Jules la única que esté ahí para desentrañarlos.
Bienvenido a tu nuevo hogar… del que quizá nunca salgas.
Una siniestra habitación oculta. El espacio hueco entre dos tabiques. Una trampilla que no se sabe adónde da… Todas las casas esconden secretos, pero algunos son mucho más oscuros que otros. El análisis meticuloso del plano de una vivienda conduce, en los primeros compases de esta novela, a una conclusión inquietante: ¿alguien la ha diseñado para que en ella se cometan crímenes impunemente? Y, si es así, ¿podría haber otras casas tan extrañas como esa repartidas por todo Japón?
El gran Gatsby, publicada en 1925, ha sido considerada en numerosas ocasiones la mejor novela norteamericana del siglo xx. La historia se desarrolla en Nueva York y Long Island en los años veinte del pasado siglo y retrata de una manera brillante esos locos años de las fiestas, el jazz y el desenfreno previos a la Gran Depresión. Nick Carraway deja el Medio Oeste y llega a Nueva York en la primavera de 1922, una época de relajamiento moral y contrabando, en la que la bolsa sube como la espuma. Nick, que busca su propia versión del sueño americano, tiene como vecino a un misterioso millonario, Jay Gatsby, muy popular por sus impresionantes fiestas. Al otro lado de la bahía viven Daisy y su mujeriego marido, Tom Buchanan.