Una pieza de arte de Tomás Hijo.
Una obsesión se ha apoderado del alma de Robert Blake. Cada día observa, desde la ventana de su estudio, la silueta de la iglesia abandonada que se alza sobre Federal Hill. Cuando finalmente decide atravesar los decadentes barrios que rodean el templo, Blake accederá a un escenario acorde con sus gustos por lo oculto: extraños manuscritos, ídolos inquietantes, símbolos blasfemos, un cadáver olvidado…
Todos ellos vestigios de un viejo culto dedicado a obscenas deidades cósmicas. En el centro mismo de ese enclave de pesadilla, Blake se encontrará con un artefacto ancestral vinculado a terrores inimaginables que amenazarán con desgarrar su mente y el tejido mismo de la realidad
Un gran amor prohibido, drama y secretos en el Bilbao de principios del siglo XX.
"Una deliciosa y apasionante historia que seduce al lector".Celia Santos
Bilbao, 1914. Amelia Eguren, hija de una familia ilustre, está a punto de casarse con un hombre al que apenas conoce. Tras su compromiso se esconden muchos intereses, algunos que ella ni siquiera sospecha. Mientras que el es el dueño de uno de los negocios más prósperos de la ciudad, Amelia dirige en la sombra la fábrica de gaseosa La Blanca, así que esta alianza podría brindarle todo aquello por lo que ella siempre ha luchado.
Sin embargo, cuando Irune, una humilde limpiadora, entra a trabajar en la fábrica, su percepción sobre el mundo cambia, y entre ambas aflora un inesperado vínculo por encima de los prejuicios. A lo largo de cuatro decadas, estas dos mujeres lucharán por sobrevivir y se aferrarán al amor en un tiempo convulso en el que las guerras, la enfermedad y la lucha por la libertad sacudirán sus hogares.
Con una narrativa envolvente y llena de emoción, Elena Peña nos traslada a un bullicioso Bilbao en los albores del siglo xx perfilando dos protagonistas inolvidables.
Cuando se piensa en Najwan Darwish es natural que venga a la mente el poeta palestino de quien ya esta misma casa publicara Exhausto en la cruz, con prólogo de Raúl Zurita. Pero lo que llama la atención de este poemario es la altura de Darwish, su empatía, su dolor puesto en su pueblo, su gente y, ante todo, su capacidad de situarse en el lugar de los habitantes de países enfrentados a una guerra milenaria para la cual no encuentra más solución que hablar desde sí mismo como árabe, armenio, latinoamericano, kurdo, arameo... Su humanismo es universal y habla por todos. Bajo esta mirada, Najwan atraviesa la línea de guerra, duerme en Gaza, mira la sangre, el dolor, la mentira, la injusticia y eleva cada uno de estos elementos que sirven de excusa al mundo para mostrar que la poesía está muy por encima de guerras, territorios, exilios, destierros y silencios obligados.