En la Extremadura profunda de los años sesenta, la humilde familia de Paco, el Bajo, sirve en un cortijo sometida a un régimen de explotación casi feudal que parece haberse detenido en el tiempo pero sobre el que soplan ya, tímidamente, algunos aires nuevos. Es época de caza y Paco se ha tronzado el peroné. Las presiones del señorito Iván para que lo acompañe en las batidas a pesar de su estado sirven para retratar la crueldad, los abusos y la ceguera moral de una clase instalada en unos privilegios ancestrales que considera inalienables y que los protagonistas soportan con una dignidad ejemplar.
El protagonista de esta novela, la primera de Miguel Delibes, galardonada con el premio Nadal 1947, es ?como en tantas de sus obras? un niño. Pedro, huérfano desde la infancia, va a parar a Ávila para su educación, al hogar sombrío de don Mateo Lesmes, que le inculcará la creencia de que para ser feliz hay que evitar toda relación con el mundo, toda emoción o afecto. Sólo la vitalidad de la juventud podrá hacerle superar este pesimismo inculcado. Sin embargo, los acontecimientos parecen obligarle a recordar lo aprendido... Con el estilo impecable que lo caracteriza, Delibes traza una obra inolvidable en que la muerte, que rodea constantemente al protagonista, es vencida al fin por la esperanza.
Almustafá está a punto de regresar a su casa tras pasar doce años en Orfalese. Pero, antes de tomar el barco que le llevará a su ciudad, se entretiene con un grupo de personas departiendo sobre diferentes aspectos de la condición humana. Dividido en veintiséis breves ensayos poéticos, El profeta refleja los pensamientos de Almustafá acerca del amor, el trabajo, la alegría, Dios, la amistad, el crimen o la belleza… Un tratado humanista, trascendente y poético, que se convirtió en un clásico de la literatura del siglo XX y que tuvo su continuación con El jardín del profeta, cuando Almustafá llega a su isla natal y se reúne con diez de sus discípulos, para posteriormente dirigirse hacia las alturas y, una vez allí, dejarse llevar por la neblina.
En medio de un período histórico de profunda transformación en el siglo I a. C., la literatura romana vio cómo surgía la figura de Cayo Valerio Catulo (87-h. 55 a. C.). Su breve pero decisiva obra dinamitó los cimientos de la vieja poesía que se escribía en Roma y marcó el camino que habrían de transitar las nuevas líricas latinas.
Con tan solo 116 poemas conservados, Catulo despliega una enorme variedad de recursos que apuntalan un profundo proceso de innovación de mérita y contenidos. Además, desde nuestra perspectiva contemporánea, esa búsqueda constante de originalidad temática, sumada a la expresividad y a la poderosa presencia subjetiva del yo poético, convierten a Catulo en un autor extraordinariamente cercano a la sensibilidad moderna.
Esquilo (h. 525-456 a. C.) es el autor más antiguo del que conservamos tragedias completas. Nacido en Eleusis, en el Çtica, escribió algo más de ochenta tragedias, de las cuales tan solo se han conservado siete. Fue tambien soldado en una epoca difícil en la que Atenas vivía bajo la amenaza de la invasión persa, y participó en algunos de los combates determinantes de las Guerras Medicas. Precisamente, Los persas pone en escena una de las celebres batallas en la que participó el propio poeta trágico: la de Salamina. Alejada de elementos mitológicos y de la tradición heroica helenica, el ardiente patriotismo que respira la obra no impide que Esquilo adopte cierta moderación.