Un duro y bellísimo ajuste de cuentas de un hijo con la figura del padre.
¿Qué tienen en común una pintura china de hace 1.300 años, la poesía de Dylan Thomas, las investigaciones etnográficas de Lévi-Strauss, un célebre apunte de los diarios de Kafka y una escena de El fuego fatuo de Louis Malle?
La respuesta está en la habitación donde un hombre agoniza mientras su hijo, el escritor Ricardo Menéndez Salmón, busca en el último paisaje que su padre ha contemplado una revelación que quizá no exista.
No entres dócilmente en esa noche quieta es una ofrenda, una elegía y una expiación. Es también el intento por reconstruir una existencia que camina hacia la madurez, la de quien escribe, a través de una existencia que se agota sin remedio, la de quien le entregó la vida.
¿Qué pasaría si descubrieras que tu padre era un dios?
El padre del Gordo Charlie, y autor de semejante apodo, ha muerto. Charlie viaja a Florida para asistir al entierro y allí descubre que tiene un hermano que es tan diferente de él como la noche del día; un hermano que sólo quiere enseñarle a relajarse y divertirse un poco, tal como el viejo.
Y lo que pasa es que el padre de Charlie no era cualquier persona: en realidad era Anansi, el dios africano de las bromas, el dios araña. De repente, la aburrida vida de Charlie dará un vuelco y empezará a ser interesante.
Si hay un relato que sin duda derrumba la visión idílica y edulcorada de la maternidad, ese es sin duda Fugaz. Su protagonista vive el embarazo y la crianza como una huida hacia delante, una forma de soltar amarras en la que cada etapa es un nuevo comienzo, un aprendizaje para el que nadie la ha preparado. Lo cierto es que no todo son sinsabores en la relación de esta joven madre con su recién nacido, pero en este viaje, una aventura a través del territorio argentino, el lector verá crecer a ese niño, reclamar el pecho de la madre hasta dejarla exhausta, y a ella desesperarse e incluso dudar de esa vida sin asideros. Hasta que madre e hijo recalan en un lejano lugar de la costa argentina, donde nadie sabe por qué, como una macabra ofrenda de la tierra, las ballenas quedan varadas.
Dos amigos de la niñez con una deuda pendiente.
Un forzado reencuentro en la amurallada localidad vallisoletana de Urueña.
Álvaro, un exitoso escritor, y Mateo, un crucigramista en números rojos, acabarán atrapados en el caótico trazado medieval de la villa y bajo una impenitente cencellada. Ambos serán parte de un macabro juego en el que la sed de venganza los llevará a tomar decisiones que condicionarán sus vidas en el caso en el que alguno logre superar la jornada.
Astillas en la piel tiene una trama adictiva y asfixiante al más puro estilo cinematográfico y al servicio de la literatura de calidad.
No hay delirio más voraz que el deseo. Se alimenta de lo que encuentra, de lo que sabe y no sabe, crece mejor en las sombras, en los santuarios prohibidos, en las distancias insalvables.
S es una escritora que vive en Londres. Ha perdido a un hijo y con él todo lo que la ataba a la vida, incluido su matrimonio. F es abogado y lleva junto a su mujer una vida tranquila en Santiago de Chile. S y F se conocen en Londres y a partir de entonces comienzan a reunirse clandestinamente en remotas ciudades, al tiempo que mantienen una obsesiva comunicación a distancia. Junto a F, ella recobra el impulso erótico y las ganas de sentir, de amar, de asomarse al mundo. Sin embargo, los kilómetros que los separan y el desconocimiento que cada uno tiene de la verdadera vida del otro llevarán a S a enfrentarse a unas circunstancias que ni en sus sueños ni en sus pesadillas hubiese podido imaginar.
Mostrando la sexualidad de los amantes de manera explícita y audaz, Carla Guelfenbein recorre en esta novela las zonas del cuerpo y la mente donde los deseos nacen y se expanden hasta dominarlo todo. Una novela que revela sin tapujos el poder cegador de las ilusiones y de las historias que nos contamos para seguir viviendo.
Zorro 8 siempre ha sido conocido como el soñador de la manada, al que sus otros compañeros zorros miran con desdén y por el que ponen los ojos en blanco. Hasta que consigue desarrollar una habilidad única: aprende a hablar "Umano" escondiéndose frenta a la ventana de una casa y escuchando las historias que una madre cuenta a sus hijos antes de dormir. El poder del lenguaje alimentará su curiosidad creciente por ellos, incluso después de que la construcción de un "Centro Comerzial" en las cercanías de la madriguera ponga en peligro la supervivencia de la manada y le embarque en un peligroso viaje para salvar a los suyos.
Escrita con mucha ternura, humor y una profunda convicción ética, y acompañada de las preciosas ilustraciones de Chelsea Cardinal, Zorro 8 es una carta de amor de un animal a los humanos y una llamada de atención a cuidar del medioambiente.