«Colonia Mixcoac, Ciudad de México, 12 de abril de 1975. Hoy cumplí doce años y mi tío Manuel dijo que tengo que apuntar en mi diario este día especial porque es un año mágico. Dice que en enero cambió la historia de mi país porque en la Constitución (que es un libro donde apuntan las leyes para que la gente obedezca, hagan cosas buenas y no se maten todos) pusieron que el varón y la mujer son iguales ante la ley. A los hombres les dicen varones».
Lydia Cacho
Son las seis de la tarde de un día de 1975 cuando Lydia Cacho se esconde en un rincón de la habitación que comparte con sus dos hermanas, toma la pequeña libreta con la que le ha obsequiado su madre y escribe su primer encuentro con la muerte en forma de carta para su amigo Carlos.
Con letra manuscrita, su primer diario revela un México gobernado por el PRI, la descripción de las desapariciones de estudiantes, los policías revisando mochilas a niñas y niños a las afueras del Colegio Madrid. Las contradicciones y rarezas de un país que poco a poco se acostumbra a la violencia y la mentira son narradas desde la pluma de una niña rebelde de clase media que escapa de su hogar porque se niega a aceptar el destino manifiesto decretado por el machismo.
La autora se sumerge en cuarenta y seis años de diarios, fotografías, intercambios epistolares y memorabilia que ha guardado como si supiera que habría de convertirse en una pionera del periodismo feminista mexicano. Con Cartas de amor y rebeldía, Lydia Cacho traza el nítido retrato de una vida entregada a la búsqueda existencial, al romance, la pasión, la poesía y la indignación de vivir en un mundo injusto. Este es su libro más íntimo y revelador.
Dario Džamonja (1955-2001) creció en las calles de la Sarajevo de los años setenta y frecuentó desde muy joven a buscavidas y bohemios de diverso pelaje. Influenciado por el realismo sucio norteamericano, escribió como nadie sobre la cara oculta de su ciudad. Sus cuentos breves, de corte autobiográfico, le granjearon una gran popularidad entre sus conciudadanos. La Guerra de los Balcanes, sin embargo, truncó su carrera literaria y lo obligó a emigrar a los Estados Unidos. Allí, lejos de su amada Sarajevo, sobrevivió como buenamente pudo y narró con crudeza y humor negro la alienación que sentía. La colección de relatos Cartas desde el manicomio (2001), primera traducción a una lengua extranjera de un libro de Džamonja, es una crónica semificcional del periplo del autor entre Sarajevo y los Estados Unidos, que abarca desde el inicio de la guerra hasta su regreso en 1998.
Rosa Luxemburgo inicia en cierto modo la estirpe de disidentes políticos del siglo XX, pues abre el camino que seguirán más tarde Serge, Koestler, Orwell y Camus, entre otros. «La libertad solo para los partidarios del gobierno, solo para los miembros de un partido —por muy numerosos que estos sean—, no es libertad en absoluto. La libertad es siempre y exclusivamente libertad para quien piensa de manera distinta», escribió la autora en 1918, reflexionando sobre la deriva totalitaria de la Revolución rusa mientras ella y su compañero de partido, Karl Liebknecht, se hallaban en prisión. Ambos habían sido encarcelados por el gobierno alemán por oponerse a la orgía nacionalista y a la guerra que desgarraba Europa, y ambos serían asesinados poco después por las fuerzas paramilitares alemanas que iban a constituir el núcleo de los camisas pardas y el preludio del régimen nazi.