Un cuarto de siglo después de su publicación en los Estados Unidos, la aparición de la versión española de la obra de Pocock constituye un acontecimiento intelectual de primera magnitud por dos motivos: por un lado, supone un excepcional ejemplo de investigación sobre la gestación del discurso republicano en Maquiavelo, en Harrington y en los padres de la independencia americana, construido desde la contextualización del discurso propia de la Escuela de Cambridge (Laslett, Dunn, Skinner), de la que Pocock es el principal referente; y, por otro lado, significa una magnífica respuesta al desafío que globalización y postmodernidad oponen a la conciencia histórica, articulada desde un replanteamiento de la categoría de tiempo privativa del viejo Occidente. La propuesta de Pocock entraña una vuelta a la política e implica una decidida toma de postura en un momento en que la democracia constitucional se halla inmersa en una crisis que sólo la fortuna sabe en que parará.
Pese al fracaso editorial que había supuesto la primera edición de El mundo como voluntad y representación, Schopenhauer consiguió que en 1844 saliera a la luz una segunda edición, aumentada por un segundo volumen de mayor extensión que el primero y en el que incluyó los complementos a los cuatro libros que componían la obra original. Calificadas por él mismo como «lo mejor que he escrito», sus páginas son fruto de veinticinco años de trabajo dedicados a reelaborar, ampliar y profundizar en las tesis vertidas en el primer volumen. Lejos de ser un aditamento postizo, los Complementos del Schopenhauer maduro son a la obra de juventud «lo que el cuadro pintado al simple boceto», y su lectura resulta indispensable para captar en toda su significación el contenido de aquélla y comprender en profundidad la filosofía de Schopenhauer. En esta edición se incluyen los índices de materias y nombres de los dos volúmenes de la obra, reforzando así la perfecta unidad de este libro único.
El llamado nuevo orden mundial, nos dice Chomsky, es como el viejo con otro disfraz. Cómo funciona ese "gobierno del mundo" que garantiza el dominio universal de las naciones ricas (sus reglas básicas siguen siendo las mismas: los débiles están sometidos a la fuerza de la ley, mientras los poderosos se sirven de la ley de la fuerza); se imponen a los pobres los principios de la "racionalidad económica", mientras los ricos se aprovechan del poder y de la intervención del estado. Chomsky desarrolla su razonamiento a través de la denuncia concreta de acontecimientos y situaciones, vistos en una cruda realidad que los medios de comunicación callan o disfrazan. Su reconsideración histórica de la guerra fría (que toma en cuenta los abusos y los crímenes de los dos bandos), el relato de los horrores de "la matanza del Golfo", el desenmascaramiento del orden político-económico de los Estados Unidos, le permiten ofrecernos un panorama realista del "nuevo" orden mundial y de sus reglas de juego.