Tras décadas de conflicto armado, la información que llega a Occidente sobre la verdadera vida cotidiana y política del pueblo palestino sigue siendo escasa, comandada casi siempre por los grandes «eventos» mediáticos. Pocos son los que nos han hablado de Palestina desde dentro, y menos aún los que podrían hacerlo con la mirada de Eric Hazan. Pues Hazan no es sólo un ensayista excepcional, no sólo dirige una de las editoriales de pensamiento crítico más importantes del mundo, sino que es encarnación viva de ese conflicto: su madre era una mujer palestina apátrida y su padre un judío de nacionalidad francesa perseguido durante la Segunda Guerra Mundial.
En el pasado, Hazan ya había estado comprometido con diversos movimientos de descolonización en Oriente Próximo: estuvo en Argelia durante la guerra apoyando al FLN, más tarde en Líbano colaborando con diversas luchas de liberación y, para la redacción de este libro, asumió el riesgo de viajar a Cisjordania. Quería comprender el funcionamiento diario de esa gran maquinaria burocrática-militar que de manera abstracta llamamos «ocupación» y relatar aquello que los medios de comunicación generalistas jamás nos cuentan.
Así, a lo largo de su viaje, el autor va hilando descripciones de escenas cotidianas con lúcidas reflexiones sobre aquello que ve y entrevistas con campesinos, militantes, voluntarios, médicos, políticos
Su escritura pretende restituir con veracidad la realidad del día a día que se vive en las villas palestinas: en Nablus, sometida al asedio diario de los jeeps y los tanques; en Qalqyrya, literalmente aislada por el muro, como todos sus habitantes; o en Hebrón, una ciudad palestina dominada por cuatrocientos colonos israelíes instalados en su mismo centro geográfico. Un viaje revelador, para Hazan y para sus lectores, que da cuenta de todo aquello que el brillo y la vertiginosidad de nuestras pantallas no puede hacer presente.