Todo aquel que quiera conocer el Antiguo Egipto encontrará en esta Historia una introducción amplia, rigurosa y documentada a esta civilización milenaria. Marc van de Mieroop no solo presta atención a los periodos y las dinastías siguiendo el relato cronológico, sino que aporta otros muchos elementos como la contextualización de testimonios arqueológicos, la traducción de fuentes escritas o la discusión de documentos concretos. El texto se complementa con numerosas ilustraciones, mapas, temas especiales y cuestiones de debate, además de listas de reyes, glosario, bibliografía e índices. Una herramienta imprescindible para el especialista y una lectura apasionante para el interesado.
En la víspera de la festividad de Purim, el enemigo ha entrado en el gueto –un gueto que no se nombra, como tampoco se nombra la naturaleza del enemigo– y ha amenazado a los líderes de la comunidad judía: si en veinticuatro horas no se entregan diez voluntarios para ser ejecutados en la horca, para «vengar» así la muerte de los diez hijos de Amán –el villano de la historia de Purim, que celebra el triunfo de los judíos de Persia contra un genocidio potencial hace unos dos mil cuatrocientos años–, acabarán con toda la comunidad. Durante la noche, el rabino consulta en busca de una respuesta al dilema con varios rabinos legendarios del pasado, con el Rambam, con Rashi, con el Gaón de Vilna... y con el Baal Shem Tov, místico del siglo XVIII y fundador del jasidismo, quien le canta un 'nigún'. Un 'nigún' es una melodía alegre sin palabras a la que se le atribuye el poder de romper las cadenas del mal.
Desde sus mitificados orígenes hasta la consolidación de la república, Roma se forjó en un crisol de mitos, luchas sociales y ambiciones políticas. En este primer volumen de su monumental Historia de Roma, el historiador Pedro Ángel Fernández Vega nos sumerge en el nacimiento de la Ciudad Eterna, donde la tradición y la leyenda conviven con las primeras instituciones, la pugna entre patricios y plebeyos y la lenta construcción de un régimen que exaltaba la libertas, pero nunca la igualdad.
Con un estilo ágil y accesible, Fernández Vega reconstruye a la perfección los relatos fundacionales que configuraron la identidad romana, rescatando el legado de los antiguos cronistas y contrastándolo con los hallazgos de la arqueología moderna.
Tito Livio es el único de los grandes historiadores de Roma que se mantuvo alejado de la vida pública. Eso le permitió dedicarse varias décadas a escribir su gran obra Historia de Roma (Ab urbe condita). Este monumental proyecto constaba de ciento cuarenta y dos libros, de los cuales solo se conservan treinta y cinco. La parte que ha llegado hasta nosotros refleja los mejores momentos de la Roma heroica con una prosa de innegable encanto en la que se exaltan las virtudes republicanas y el amor por la libertad.
Este tercer volumen de Historia de Roma reúne los libros VIII-X, y en ellos se culmina el proceso de asentamiento del dominio romano en el centro de la península hasta llegar al Adriático. Es una conquista territorial que se desarrolla a costa de las victorias sobre los samnitas, y que, como analiza Tito Livio, también lleva consigo un aumento de complejidad en el gobierno y un cambio de paradigmas sociales de gran calado.
Tito Livio es el único de los grandes historiadores de Roma que se mantuvo alejado de la vida pública. Eso le permitió dedicarse varias décadas a escribir su gran obra Historia de Roma (Ab urbe condita). Este monumental proyecto constaba de ciento cuarenta y dos libros, de los cuales solo se conservan treinta y cinco. La parte que ha llegado hasta nosotros refleja los mejores momentos de la Roma heroica con una prosa de innegable encanto en la que se exaltan las virtudes republicanas y el amor por la libertad.
El segundo volumen de Historia de Roma recoge los libros IV-VII, que abarcan los años 445-342 a. C. Es un periodo de constante evolución que bascula, por un lado, entre las luchas contra otros pueblos (ecuos, volscos, galos, etruscos, samnitas) por abarcar más territorio o recuperarlo, y, por otro, los progresos políticos y sociales que se van afianzando en el seno de la sociedad romana.
«En nuestros días, después de subir las cuestas del Palatino y atravesar el caos de ruinas de lo que un dpia fue el palacio de los emperadores romanos, se llega a una angosta plataforma que domina el valle del Tíber. Ésta, antiguamente cubierta por tierra que traían las lluvias y por toda clase de desechos, hoy está despejada, y en el suelo aparecen los vestigios de una singular aldea que se levantaba en este lugar hace casi tres mil años. Esta aldea, que quizá comprendiera unas decenas de modestas cabañas hechas con ramas entrelazadas y sostenidas por postes de madera, es todo lo que queda de la Roma más antigua.»