¿Qué relación tenía Foucault con la literatura? Se sabe que era un lector apasionado y erudito, que la biblioteca de su madre le reveló a los clásicos franceses y grecolatinos, y que su admiración por Faulkner lo llevó a hacer un viaje por tierras faulknerianas. Más allá de estas notas biográficas, también se sabe que las lecturas literarias atravesaron toda su producción teórica. Es por eso que resulta clave entender cómo pensaba la literatura, cómo se apropiaba de textos y autores. La gran extranjera contiene una serie de intervenciones de Foucault acerca de la literatura y el lenguaje, que no sólo funcionan como compendio de su concepción de la literatura sino que ofrecen pistas para abordar su obra. Así, Foucault indaga en la relación entre literatura y locura a partir del análisis de obras de Shakespeare, Cervantes y Diderot. Si la locura es lo otro de la razón y por lo tanto lo que nos permite vislumbrar sus contornos históricos, la literatura es ese discurso capaz de expresar el orden del mundo en un momento dado y, a la vez, su dimensión de exceso, de desborde. Foucault también explora, a partir de los personajes de Sade, el vínculo entre la literatura, el deseo y la verdad. Sin proponérselo, estos textos echan luz sobre las tesis de clásicos como Historia de la locura, Las palabras y las cosas, Raymond Roussel, El nacimiento de la clínica o El orden del discurso. Este libro viene entonces a desplegar la evidencia de que la literatura es la “gran extranjera”, aquella que está al otro lado de las fronteras de los sistemas de pensamiento. Muestra a la vez el modo magistral, estratégico, en que Foucault elige leer la literatura y la historia de la cultura.
En 1961 Foucault presenta la tesis complementaria para la obtención de su doctorado: la traducción al francés de la Antropología en sentido pragmático, de Kant, acompañada de una formidable y extensa introducción. Ese texto es la base de este libro. Una pieza que puede leerse -y de hecho así lo ha sido en general- en relación estrecha con Las palabras y las cosas, publicado pocos años más tarde, en 1966. En ambos hay una reflexión crítica sobre el sueño antropológico, sobre el humanismo moderno, sobre el estatuto de las ciencias humanas.
Hay una línea, muy trabajada, que vincula a Foucault con Nietzsche, a través de Heidegger. Existe también otra genealogía, menos frecuentada pero igualmente productiva, que llega a Kant a través de Heidegger. En Una lectura de Kant, Foucault se apoya decisivamente en la lectura que Heidegger realiza del autor de La crítica de la razón pura. La tesis centra de Foucault, según la cual la modernidad, y por lo tanto el kantismo, es la época en la que el pensamiento piensa la finitud a partir de la finitud, suena como un eco de las expresiones de Heidegger. Pero Foucault va más allá, pues extiende esta tesis a la problemática general de las ciencias humanas.
El interés de Una lectura de Kant reside, entonces, en situarse en el cruce de todos estos caminos. Es un punto de pasaje ineludible para comprender el desarrollo posterior de la obra foucaultiana, pero también un libro que renueva la forma de leer a Kant.
En 1972, partió de Montevideo, con destino a Santiago de Chile, un avión Fairchild Hiller FH-227 de las fuerzas aéreas uruguayas en el que viajaba el equipo de rugby Old Christians y sus acompañantes. Sin embargo, les aguardaba un destino muy distinto del que habían proyectado. Las infernales condiciones climatológicas determinaron la catástrofe y el aparato se estrelló con los Andes.
En 1972, partió de Montevideo, con destino a Santiago de Chile, un avión Fairchild Hiller FH-227 de las fuerzas aéreas uruguayas en el que viajaba el equipo de rugby Old Christians y sus acompañantes. Sin embargo, les aguardaba un destino muy distinto del que habían proyectado. Las infernales condiciones climatológicas determinaron la catástrofe y el aparato se estrelló con los Andes.
Solo dieciséis de los cuarenta y cinco pasajeros que viajaban en el avión sobrevivieron al accidente y a los casi tres meses de indescriptibles rigores que sufrieron a consecuencia del hambre, el frío y el dolor. Sin otras provisiones, se vieron obligados a enfrentarse al horror de alimentarse con la carne de sus compañeros muertos, en un acto desesperado por conservar la vida.
LLEVAMOS MUCHAS DÉCADAS TRATANDO DE ENTENDER POR QUÉ OLVIDAMOS.
LA PREGUNTA QUE DEBERÍAMOS HACERNOS ES POR QUÉ RECORDAMOS.
Uno de los neurocientíficos de referencia en el campo de la memoria reformula en este libro muchas de las ideas preconcebidas sobre los recuerdos y nos presenta las posibilidades inauditas que ofrece entender bien cómo funciona nuestro cerebro.
Entendemos la memoria como un registro del pasado, pero resulta que el ser humano está programado para no recordarlo todo. En otras palabras, estamos diseñados para olvidar. Durante veinticinco años, Charan Ranganath, uno de los científicos punteros en su campo, ha estudiado la naturaleza imperfecta, incompleta y voluntariamente inexacta de la memoria para descubrir que más que registrar el pasado, el cerebro prioriza aquella información que nos será útil en el futuro.
A través de fascinantes estudios de casos y relatos personales, Por qué recordamos revela los mecanismos y motivos que hacen que olvidemos, y señala la imperceptible pero decisiva influencia de la memoria en nuestra forma de aprender, curarnos y tomar decisiones. Al examinar el papel de la atención, la intención, la imaginación y la emoción en el almacenamiento de los recuerdos, este libro ofrece una guía esencial para lograr recordar lo que más nos importa.
Como un Dios ubicuo, los algoritmos están colonizando todos los ámbitos de la experiencia humana. Desde la estética de los restaurantes de moda hasta la creación literaria, pasando por las amistades, la música que escuchamos y los contenidos de TikTok, Netflix e Instagram, las recomendaciones basadas en la extracción de datos influyen cada vez más en nuestros gustos e intereses. Las plataformas digitales prometen una oferta personalizada, pero lo cierto es que en muchos sentidos la cultura que consumimos y producimos se ha vuelto genérica, insípida y conformista: para todos y para nadie. De ahí que urja preguntarse: ¿qué libertad nos queda cuando las opciones se eligen previamente en nuestro nombre? ¿Cómo podemos sustraernos al poder del algoritmo?
Si miramos con perspectiva nuestra historia, de los más de 120.000 años que tiene nuestra especie, la escritura existe desde hace solo cinco mil. Leer es algo muy nuevo. Mucho más aún lo es la lectura individual y en silencio. Antes de leer como lo estás haciendo ahora mismo, la literatura era un acto social y se leía para otros, y no solo eso, sino que en el Renacimento llegó a existir la figura de «Lector de su Majestad». Obras como El Quijote, La Celestina o El Lazarillo de Tormes llegaron al pueblo gracias a las declamaciones que se realizaban en las calles y este tipo de lectura sería clave también en el progreso de las ideas revolucionarias entre los franceses del siglo XVII. La lectura en voz alta llegó a ser un acto popular en las reuniones sociales del siglo XIX y, a pesar de haber cambiado nuestro modo de leer, ha pervivido de un modo u otro hasta nuestros días.
¿Por qué se leía en voz alta?¿Cuándo y por qué pasamos a hacerlo en silencio? ¿Tiene sentido leer en alto en el s.XXI? ¿Cómo han aprendido a leer las máquinas y cómo leeremos en el futuro?. Maribel Riaza intenta dar respuesta a todas estas preguntas en este libro ameno, divulgativo y lleno de curiosidades que nos lleva a conocer mejor cómo eran los lectores que nos han precedido y cómo se ha disfrutado de la literatura a través de este noble arte de leer.
Pocas obras pueden presumir con tanta autoridad de haber determinado el curso de la historia como el Manifiesto comunista de Karl Marx y Friedrich Engels. Desde que sacudió por primera vez el orden imperante en 1848, este incendiario panfleto nunca ha dejado de calentar los corazones de quienes sueñan con un mundo mejor. Tampoco ha dejado de alimentar las pesadillas de quienes coronan un sistema social enormemente injusto.
En esta introducción sorprendentemente imaginativa, China Miéville construye una guía para entender el Manifiesto y los muchos espectros que ha conjurado. A través de su lectura única y poco ortodoxa, Miéville ofrece una encendida defensa de la perdurable relevancia de las ideas de Marx y Engels. Presentada junto con el texto completo del Manifiesto comunista, la guía de Miéville tiene algo que ofrecer a los lectores noveles, a los partidarios de la revolución e incluso a los escépticos más duros de mollera.
Un relato épico del humanismo y sus representantes, y una encendida reivindicación de la libertad de pensamiento.
«Hombre soy, y nada humano me es ajeno», sentenció Terencio. Sarah Bakewell se inspira en la famosa máxima del comediógrafo latino, para trazar una deslumbrante historia del pensamiento humanista, que al final se convierte casi en toda la historia de la humanidad: desde los griegos pasando por el Renacimiento italiano, la Ilustración francesa, los pensadores de la Segunda Guerra Mundial, hasta llegar a nuestros días, la desalentadora época del transhumanismo y la IA. Con un tono ágil, un sinfín de anécdotas, mucho ritmo y enorme erudición, nuestra autora reivindica el pensamiento basado en la cultura, la avidez por la sabiduría que late en los libros, el vínculo entre iguales, pero también en la felicidad, lo secular, la educación y la convivencia. Un extraordinario compendio de las virtudes humanistas al alcance de todo el mundo.
CAPITALISMO, SOCIALISMO, DEMOCRACIA, NACIONALISMO, HEGEMONÍA, DEUDA, TECNOCRACIA, GEOPOLÍTICA, POPULISMO, GLOBALIZACIÓN, NEOLIBERALISMO, CRISIS… son algunos de los términos que conforman la enmarañada jungla semántica en la que debemos abrirnos paso para entender el mundo contemporáneo.
Palabras que pasan por una suerte de ciclo de vida conceptual: surgen y ganan vigencia en un momento histórico determinado, son objeto de batallas discursivas y, con el tiempo, según van adquiriendo distintas connotaciones y la confusión ideológica sustituye su contenido original, se desvirtúan perdiendo su significado inicial.
Este libro puede consultarse como un glosario en el que aclarar qué se está diciendo cuando se emplean estos términos en cuestión. Pero puede también leerse como la historia de los últimos dos siglos, es decir, de las agitaciones en los mercados y en la política que han conformado el mundo global como hoy lo conocemos. Un doble abordaje que pretende restaurar la riqueza de los significados originales, devolver sentido a los debates actuales y poner la bases para seguir incrementando el léxico con el que comprendernos en el futuro.