Diccionario provisional de pérdidas es sin duda el ensayo más ambicioso de Miguel Albero. Estamos ante un diccionario que se lee, no se consulta, como nos informa el autor en el prólogo, donde además nos propone una lectura no lineal del mismo o, como él lo llama, «marcarse un Rayuela», yendo de una en- trada a otra en función de su afinidad semántica.
Desde la primera entrada (A. Pérdida de cuanto sigue) a la última (UBICUIDAD. Pérdida de la localización), el lector asiste a un festival de pérdidas, de las más evidentes (AMNESIA. Pérdida de la memoria) a las más sutiles (CASI. Pérdida del todo), de las más tremendas (APOCALIPSIS. Pérdida del futuro) a las más surreales (PERDIDA. Pér- dida de la tilde de pérdida), de los inexistentes PARAÍSOS PERDI- DOS al maravilloso SALÓN DE LOS PASOS PERDIDOS. Piérdase pues el lector en este libro, no le defraudará.
Las criptomonedas, el capitalismo de casino y la era dorada del fraude En el apogeo de la pandemia, Ben McKenzie, la estrella de la televisión, era el emblema perfecto para las criptomonedas: un padre encerrado en casa con algo de dinero en el bolsillo, preocupado por su familia, armado sólo con la vaga noción de que la gente estaba ganando carretadas de dinero con algo que él (a pesar de tener un grado en económicas) no entendía por completo. Atraído por unas promesas grandilocuentes/utópicas y, ciertamente, por un poco de miedo a perderse algo, McKenzie se sumergió de cabeza en el blockchain (las cadenas de bloques), el Bitcoin y las muchas otras monedas y mercados en los que se negocian; pero después de profundizar un poco, tuvo que preguntarse: «¿Estoy loco o todo esto es un enorme timo?».
Un análisis brillante y valiente sobre el verdadero origen de las desigualdades económicas
Los resultados socioeconómicos difieren enormemente entre individuos, grupos y países. Se han ofrecido muchas razones para justificar este fenómeno. Algunos creen que los menos afortunados son víctimas de los más privilegiados; otros piensan que las desigualdades responden a factores genéticos.
Thomas Sowell, en cambio, cuestiona la extendida idea de que la explicación de estas diferencias pueda reducirse a un único factor. Porque, si ni siquiera hay una igualdad de resultados entre hermanos que han sido criados bajo el mismo techo, ¿por qué deberíamos esperarla para aquellos que parten de condiciones muy diferentes?
Discriminación y disparidades demuestra con datos que la desigualdad de resultados no implica necesariamente discriminación, porque las distintas dotaciones iniciales de los sujetos influyen en el logro del éxito, incluidos factores naturales o fruto del azar que no pueden ser atribuidos a una injusticia.
Desmontar los presupuestos falaces que inspiran las políticas públicas encaminadas a acabar con la desigualdad permitirá al lector entender por qué tantas soluciones políticas han resultado en un contraproducente fracaso.
Gracias a sus análisis, Sowell se ha convertido en uno de los pensadores más influyentes en algunos de los temas más presentes en el debate público actual, como es el de las divergencias raciales. Y por hacerlo sin miedo a descubrir verdades incómodas, sobre la base de una evidencia empírica incontestable y de un debate racional alejado de cualquier dogmatismo. Este libro es una nueva muestra de ello.
El hombre es un ser temporal, pero participa de la eternidad y es constantemente educado por ella. Los discursos reunidos en este volumen meditan sobre algunas de las principales enseñanzas que lo eterno -o sea, el bien- imparte al hombre. Estas enseñanzas han de ser creídas, pues lo eterno no se deja atrapar en las redes del entendimiento humano. Dicho con la maravillosa imagen empleada aquí por Kierkegaard: El bien enseña al que se esfuerza, le ayuda, pero sólo como lo hace la madre amorosa cuando enseña al niño a andar solo: la madre está a una distancia tal que en realidad no puede cogerlo, pero tan pronto como este se tambalea, ella se inclina rápidamente como si lo fuera a agarrar.
Estados Unidos entra en la segunda guerra mundial en diciembre de 1941, más de dos años después de su inicio. Hasta entonces había asumido la vigilancia del área del Pacífico y suministrado armamento en Europa a los aliados. Roosevelt defendió la neutralidad, con ese significativo matiz, mientras que sus mandatos fomentaron el rearme de Estados Unidos en el marco de una industrialización acelerada que siguió a la recuperación económica del New Deal entre 1933 y 1934. De 1942 a 1945 despliega su potencial carismático para el que sería su último reto: conducir al país durante la guerra hasta traer la paz. Esa perspectiva épica ayuda a entender que el Congreso aceptara los términos inciertos de una economía de guerra cuando Roosevelt los presenta en abril de 1942: subida generalizada de impuestos, topes a los precios y a los alquileres, congelación de salarios y de precios agrícolas, racionamiento de bienes esenciales y emisión masiva de bonos de guerra mediante los que la propia ciudadanía financiaría al estado.
Caballero entre los caballeros, poeta entre los poetas, donjuán entre los donjuanes, tahúr entre los tahúres de burdel. Tan exquisito como insidioso en la palabra. Tan arriesgado como apasionado en los dormitorios ajenos. Tan hábil como excesivo con los naipes. Tan gallardo montando a caballo como implacable alanceando toros, hasta el punto de que inventaron para él, según dicen, la expresión de «picar demasiado alto». Don Juan de Tassis, conde de Villamediana, escribió su propia leyenda en el Siglo de Oro: la de un caballero español cuya fama, de Flandes a Roma y de Nápoles a París, traspasó todas las fronteras.
Primero llega la muerte y después el duelo, la desolación infinita.
Casi siempre acompañada de dolor, desconcierto y la pena y la tristeza más absolutas. También de intentos de consuelo, sin excepción destinados al fracaso.
Nada nos prepara para la pérdida, por más que la razón nos diga que es una posibilidad. Y la realidad es que, si llega, no sabemos cómo afrontarla.
Amaia Pérez Orozco reúne en este libros seis piezas clave de la Economía Feminista, un marco político de análisis y acción que apuesta por desplazar el eje en torno al cual entendemos la economía: de los mercados y los procesos de valorización de capital a la sostenibilidad de la vida. Con esas gafas, vemos la centralidad de los vínculos y los trabajos de cuidados, y el neutro homo economicus se convierte en sujetos marcados por el género, la raza y la clase. Al poner en el centro los procesos de sostenibilidad de la vida, la Economía Feminista nos permite nombrar la tensión estructural e irresoluble bajo el capitalismo: el conflicto capital vida. Los textos reunidos, resultado de procesos de investigación militante, diálogos y derivas colectivas, avanzan en las discusiones y prácticas en marcha, por ejemplo, al intentar retejer los hilos rotos entre vida humana y no-humana o señalar los hilos de (dis)continuidad entre sur y norte global. A la vez, buscan aterrizar la apuesta por poner la vida en el centro en alternativas concretas y en todas las escalas, en espiral.
Un viaje delicioso en busca de las huellas que la melancolía ha dejado en la música clásica, un libro que abre puertas al goce a través de la comprensión y el conocimiento.
Explica el autor que «este libro es un viaje en busca de las huellas que la melancolía ha dejado en la música clásica (…). La melancolía nos lleva a las esferas de la locura, de la desesperación, del tedio y de la muerte, pero también es un sentimiento de goce espiritual y de dulzura. Es una enfermedad maligna y al mismo tiempo es una emoción noble y un tipo de personalidad».
Lo que se nos ofrece aquí es un seductor recorrido por la presencia de la melancolía y sus formas cambiantes en la historia de la música occidental, desde el Renacimiento hasta nuestros días. Roger Bartra aborda piezas de Dowland, de Händel, el Cuarteto número 6 de Beethoven, los lieder románticos de Schubert y Schumann, el impresionismo de Debussy, las evocadoras partituras de los nórdicos Sibelius y Nielsen y del británico Vaughan Williams, el desgarro dodecafónico…
¿Cómo transmite el lenguaje musical las emociones y las sensaciones vinculadas con la melancolía? ¿Cómo ha evolucionado la expresión de ese sentimiento en cada periodo histórico?
Roger Bartra despliega una inmensa erudición y una inteligencia mayúscula al servicio del disfrute y el enriquecimiento del lector. Un libro precioso.