«Te escribo desde el campo de trabajo de Birkenau, donde me encuentro ahora. Estoy sano, trabajo y espero noticias tuyas».
Esta es una carta que uno de los presos judíos escribió para tranquilizar a sus familiares y ocultar la horrible realidad de los campos de concentración. Esta fachada es parte de la Brief-Aktion, «Operación Cartas», un intercambio epistolar entre los presos de Auschwitz y sus allegados que buscaba encubrir las atrocidades que vivían día a día.
Karen Taieb hace una recopilación detallada de toda la correspondencia que los deportados escribieron entre 1942 y 1944. Cartas llenas de mentiras y lugares comunes por parte de los autores para no revelar todo lo que había detrás.
UNA ESTRATEGIA OSCURA CON INFORMACIÓN FALSA QUE DEJA ENTREVER EL LADO MÁS CRUEL Y PROPAGANDÍSTICO DEL NAZISMO.
Trefan Morys es el nombre de mi casa en Gales y, a decir verdad, creo que lo más interesante es el hecho de que está en Gales.» Con sencilla elegancia, Jan Morris reflexiona sobre su hogar en Gales, su hermoso entorno y sobre el significado de ser galés. Es un relato íntimo y nítido que recorre la turbulenta historia de los galeses y su batalla para mantener vivos su idioma y su cultura a la sombra de su vecino más poderoso. Entretejiendo algo de poesía y tradición galesa, Morris nos lleva por un camino sinuoso hasta su casa, una humilde estructura del siglo XVIII construida para el ganado y posteriormente convertida en hogar. Este modesto edificio se convierte en un espejo de su vida, así como del alma del pequeño y complejo país de Gales, que ha desafiado al mundo durante siglos para preservar su propia identidad.
Imagina una ciudad romana, de esas que salen en el cine o en una serie: las tiendas, las calles… ¿Cuántas mujeres piensas que trabajarían como médicas o en una fragua? ¿Cuántas han financiado o participado activamente en la construcción y decoración de sus monumentos? Si dudas ante la respuesta, la siguiente pregunta es clara: ¿cuánto sabes de las mujeres del mundo antiguo, de su papel en Grecia y Roma? Este libro no solo busca visibilizar el protagonismo que tuvieron nuestras antepasadas en la Antigüedad, sino algo aún más importante: por qué, hasta hace poco, no éramos conscientes de ello. No es un simple libro de historia, sino de cómo se hace la historia. Una historia que no está escrita en piedra, que debe someterse a continua revisión.
Según se avanza en su lectura, se va abriendo un panorama inimaginable no hace muchos años y que apenas esboza lo que aún está por llegar. Y una cosa queda clara: la mujer no es precisamente ese ser dócil, sumiso, pasivo, al que nos han tenido acostumbrados.
Autor del polémico Breve tratado sobre la estupidez humana, RicardoMoreno nos presenta en Los griegos y nosotros un entusiasta alegato en favor de una educación de horizonte y empeño humanistas, últimamente«tan amenazada por una pedagogía de retórica populista y mediática»,en palabras de Carlos García Gual. Moreno aboga por un tenaz elogiodel valor educativo de la cultura y la lengua de Grecia y Roma,alertándonos sobre el suicidio que supone el olvido de los clásicos.Supone, pues, una apología razonada y apasionada de los estudios delgriego y el latín y las Humanidades de raigambre clásica, que desdehace años están siendo ahogados y marginados por mezquinos y menguados programas oficiales tanto en la Enseñanza Secundaria como en laUniversidad.
Al comprar una casa en la isla de Hidra, la escritora Charmian Clift cumplió un sueño largamente acariciado: echar raíces en un puertecito de aguas cristalinas, luz cegadora y costumbres sencillas, lo más parecido a un paraíso en miniatura. Allí, Clift y su marido pronto ocuparon el centro de una comunidad de artistas y bohemios, soñadores y vagabundos que buscaban en Grecia una vida barata y sin ataduras, consagrada a la creación o a la vagancia. Entre ellos destacaría un todavía desconocido Leonard Cohen, al que el matrimonio acogió e inspiró con su ejemplo. Pero, como todo paraíso terrenal, el de Clift tenía un precio. Los días se le iban en poner coto al caos doméstico y en cuidar de sus tres hijos, los ingresos que generaban los derechos de autor eran exiguos, y las tabernas y el alcohol eran una distracción constante. Después de los pobres creativos llegaron los ricos y sus yates, y un buen día una legión de norteamericanos desembarcó en Hidra para rodar una película de Hollywood. Aquel rincón idílico se había convertido en una isla chic.
Los buscadores de loto es la crónica apasionante del nacimiento y la disolución de una utopía, de una época efervescente en la que Hidra fue un laboratorio social y artístico en el que experimentar con formas de vida distintas, antes de que el turismo y la modernidad más ramplona interrumpieran un sueño que parecía eterno.
Aristócrata, gourmet, peregrino en Hollywood, director de cine, novelista, autor teatral, articulista y crítico cinematográfico, Edgar Neville (1899-1967) es uno de los más brillantes (y de los aún no plenamente reconocidos, pese al interés despertado por su obra y su figura en el último cuarto de siglo) creadores de la llamada Edad de Plata. Edgar Neville fue también siempre, con enorme fidelidad, un enamorado y un amante de su ciudad natal. A Madrid dedicó Neville multitud de páginas literarias y un puñado de películas memorables. También esta encantadora y un tanto nostálgica Historia madrileña del medio siglo, aparecida en el extraordinario de 1951 de la revista Arte y Hogar y ahora por vez primera publicada en libro, con un estimulante y muy noticioso prólogo de Fernando Castillo. A.L.