Esta colección de escritos tiene la pretensión de ser un libro de fuentes de una longitud moderada; no es una colección completa de fragmentos y testimonios de las figuras aquí incluidas. El objetivo ha sido el de ofrecer una buena selección de los primeros filósofos griegos, juntamente con algunas de las referencias antiguas a ellos y con una mínima intromisión editorial. Los que se sientan interesados en una intervención editorial más académica deben consultar las lecturas sugeridas al final de cada sección.
«“La ira de los imbéciles llena el mundo”. Esa frase de Georges Bernanos en su célebre ensayo sobre la Europa de los totalitarismos Los grandes cementerios bajo la luna vuelve a estar vigente, si bien nunca dejó de estarlo del todo. El escritor francés lo escribió a raíz de lo que presenció en la Guerra Civil española en Mallorca, donde le sorprendió su estallido y durante la que presenciaría horrorizado la barbarie de las tropas vencedoras, “imagen —escribirá— de lo que será el mundo mañana”. A Bernanos, conservador y católico practicante, la represión y la ira de los franquistas (en teoría sus correligionarios ideológicos) le impresionó de tal modo que decayó en su apoyo inicial al levantamiento militar y, vislumbrando lo que se avecinaba en el continente, escribió un alegato contra el fascismo y la guerra que es ya un clásico de la literatura europea y universal».—Julio Llamazares
¿Cómo podemos hablar hoy sobre los inicios de la filosofía? ¿Cómo evitar la tradicional oposición entre mito y logos y, en su lugar, explorar los múltiples estilos de pensamiento que surgieron entre ambos extremos? En este esclarecedor ensayo, Maria Michela Sassi reconstruye, mediante una exploración lúcida y detallista, el mundo intelectual de los presocráticos para ofrecer una comprensión matizada de las raíces de lo que más tarde se conocería como «el milagro griego».
De Mileto a Elea, de Éfeso a Agrigento, Sassi comienza por las preguntas canónicas —el cuándo y el cómo del origen del pensamiento, sus reflexiones en torno al orden cósmico, su naturaleza concreta y sus formas distintivas— para trazar la historia del saber arcaico y analizar, además, el ambiente de competencia intelectual, la descentralización geográfica y la adopción de una prosa más directa —similar a la utilizada para redactar las leyes de la polis—; una prosa que permitió a los filósofos y científicos jonios ejercitarse sin circunloquios en la razón crítica, y así revolucionar definitivamente el conocimiento griego y, en última instancia, fundar la filosofía occidental.
Una gran parte de lo que se sabe de Walter Benjamin se debe a Gershom Scholem. Ambos fueron amigos de juventud, y entre 1915 y 1923, año en que Scholem emigró a Palestina, mantuvieron un trato casi diario. Después, hasta la muerte de Benjamin en 1940, intercambiaron una copiosa y rica correspondencia. Scholem, el más significativo investigador de la mística judía, dedicó muchos esfuerzos, en calidad de editor y comentador, pero sobre todo de historiador, a la interpretación del pensamiento de Benjamin, al que sitúa en la vecindad de Kafka y Freud, también escritores «judeo-alemanes», según Scholem, y «hombres de una tierra extranjera». Los tres textos que forman el presente volumen no solo ofrecen una semblanza del hombre y del pensador Walter Benjamin («el caso puro del metafísico»), además de constituir un recorrido crítico y atento por su obra. Más allá de esto, penetran en el corazón cifrado del mundo benjaminiano, cruce de experiencia personal y mesianismo, de dialéctica y mística, de vivencia cotidiana e historia. Ello queda de manifiesto en la lectura que hace Scholem de las dos versiones de «Agesilaus Santander», apunte de naturaleza autobiográfica escrito por Benjamin en Ibiza en agosto de 1933, donde trata de su lucha con el ángel y de sus nombres secretos.
¿Hay un Foucault que no conozcamos todavía, o no lo suficiente? Los cursos en el Collège de France, impartidos entre 1970 y 1984, focalizaron la atención de lectores y especialistas en el último Foucault, preocupado por indagar una ética y una estética de la existencia en el mundo grecorromano. Este libro, y otros cursos y trabajos inéditos que irán apareciendo en esta serie, invitan a girar la mirada hacia el joven Foucault, el que entre 1949 y 1954 se gradúa en Psicología y Psicopatología, asiste al "seminario de los miércoles" de Jacques Lacan y trabaja en el hospital psiquiátrico de Sainte-Anne, al tiempo que se propone interrogar desde este campo sus inquietudes filosóficas.