«Me pasé un año en Berlín explorando las vidas de mi abuelo y mi padre: Kurt Wolff, apodado ?quizás el editor más exigente del siglo xx? por The New York Times Book Review, y su hijo Niko, que luchó en la Wehrmacht durante la Segunda Guerra Mundial antes de venir a América.
Basándome en cartas familiares, fotografías y diarios nunca antes publicados, Páginas de vuelta a casa, narra los viajes de estos dos hombres nacidos en Alemania que se convirtieron en ciudadanos estadounidenses, a la vez que es mi oportunidad de contar una historia familiar íntima; un entramado de los peligros, los triunfos y los secretos de la historia y el exilio, con resonancias en la actualidad.»
¿Sabía usted que los romanos tenían más de sesenta formas de decir 'puta'? ¿No habrá alguna relación entre la palabra 'fuelle' y la palabra 'follar'? ¿Si a usted la llaman 'pelleja', la están insultando o le dicen una palabra etimológicamente afectuosa? ¿Qué tienen que ver el 'fornicar' con una prostituta y la 'hornacina' donde se pone la estatua de una virgen? ¿De dónde viene las palabras 'caca' y 'mierda'? ¿Cómo estaría formada anatómicamente, en la antigua Pompeya, una señorita 'culibonia' ? ¿A quién prefiere usted, a un 'proxeneta' o a un 'xenófobo'? ¿Cuántas faltas de ortografía hay en la expresión "¡Por uebos!"? ¿Había pensado usted alguna vez que las bellas 'orquídeas' tienen un par de cojones?
Pariroflexia no es un simple libro sobre libros: es un juego literario de palabras con relieve de papel. Guillermo Busutil nos propone una aventura poética para todo amante de la letra impresa y la imaginación. Como apunta Nuria Barrios en su prólogo, es un libro pequeño pero infinito; es una plantación secreta: en sus páginas hay un huerto y un parque y un jardín y un bosque y una selva. Contiene frases frondosas. Otras parecen ramas. Las hay que recuerdan hojas. Algunas aún son yemas, hay que esperar para verlas crecer. Las cosas que merecen la pena siempre requieren tiempo: el placer, el amor, la vida.
Si el horizonte viene también ensombrecido por amenazas tan descomunales como el calentamiento climático y la escasez energética, no cabe duda de que tenemos que cambiar. En el Siglo de la Gran Prueba (Baile del Sol 2013) vamos a ser peces fuera del agua, para bien y para mal: lo que viene se parecerá poco a lo que hemos conocido. ¿Cómo entender las intimaciones a la autocontención y la autoconstrucción? ¿Qué tipo de transformaciones políticas y culturales necesitamos? ¿Y cómo podría la poesía contribuir a ellas?
La imagen que tenemos hoy día de Fernando Pessoa se parece poco o nada a la que tuvieron los escritores de su momento. Si en la actualidad Pessoa es el máximo exponente de la literatura portuguesa en España (y el mundo), no podemos decir que la situación fuese la misma en la primera mitad del siglo XX, cuando era entre nosotros una sombra que sólo conocían unos cuantos iniciados.
Sin embargo, la vida de Pessoa estuvo salpicada de encuentros y desencuentros con España y sus escritores. Trazó algunas relaciones con sus “camaradas” vanguardistas (Adriano del Valle, Rogelio Buendía, Isaac del Vando-Villar, Iván de Nogales) y su archivo revela numerosos testimonios de interés por España, en el contexto de su pensamiento sobre Iberia, y por algunos de sus autores, con Miguel de Unamuno a la cabeza.
Ochenta años después de la muerte del portugués, ha llegado el momento de descifrar quién fue Fernando Pessoa entre los escritores españoles de su época y qué significado tuvo España y su cultura en la obra del autor del Libro del desasosiego.