Un relato apasionante de intriga despiadada y conspiraciones, es un estudio de personalidades, política y poder
Los Románov gobernaron Rusia como zares y emperadores durante trescientos años. A través de la fuerza implacable de su personalidad, esta familia de peculiares pero brillantes autócratas transformó un reino débil y arruinado por la guerra civil en un imperio que dominó Europa. Pedro el Grande, el tirano borracho y asesino, gigante físicamente y reformador político; y Catalina la Grande, la apasionada princesa alemana que derrocó a su propio marido para convertirse en el estadista más sobresaliente de una edad de oro, fueron los dos más grandes gobernantes de Rusia. Elizaveta, que era tan promiscua como glamurosa, continuó el ascenso de Rusia como una potencia europea; más tarde los irresponsables y desequilibrados Pedro III y Pablo I fueron asesinados. Nicolás I censuró a Pushkin, se nombró a sí mismo Gendarme de Europa y luchó en la guerra de Crimea con Gran Bretaña. Finalmente, Nicolás II y Alexandra, a pesar de su feliz matrimonio y la tragedia de su hijo hemofílico, resultaron ser demasiado ineptos para salvar a Rusia de la Gran Guerra y revolución.
Paloma Barrientos retrata sin tapujos a la protagonista del mayor escándalo en la historia de la monarquía española. ¿Quién es realmente Cristina de Borbón? ¿Cómo llegó esa niña que jugaba a la pelota en los jardines de la Zarzuela a sentarse en el banquillo como imputada frente al juez Castro? ¿Qué escondían las imágenes idílicas del papel cuché? ¿Realmente fue alguna vez la mujer sencilla y discreta que parecía?
La infanta Cristina fue durante muchos años la más desconocida de los hijos de los Reyes. La mediana de la familia atrajo menos atención que sus hermanos, y creció pensando que podía pasar desapercibida. Se acostumbró a una vida independiente, cómoda y suntuosa, en la que todos sus deseos eran satisfechos de inmediato. La periodista Paloma Barrientos recrea con lujo de detalles la trayectoria vital de la infanta, desde su infancia hasta la imputación por el Caso Nóos.
En los preludios de la Primera Guerra Mundial, en pleno apogeo del colonialismo europeo, un agente del Gobierno británico se interna en la península arábiga con la finalidad de subyugar una inminente rebelión anticolonial.
El emisario es cuestión recorre, bajo un sol abrasador, amplias regiones desérticas. Trata con los enemigos del Imperio Británico, conoce sus constumbres y se gana su confianza. Se convierte en uno de ellos... y actúa de forma subrepticia a favor de los intereses de la metrópli, aunque le repugna tanto ejercer ese papel que acaba simpatizando con la causa árabe.
Las memorias que Obama relata en Los sueños de mi padre comienzan en Nueva York, donde se entera de que su padre ha fallecido en un accidente automovilístico. La inesperada noticia provoca en él un viaje físico y emocional que lo lleva de Kansas a Hawái y más tarde a Kenia, en una emotiva odisea que le permitirá conocer realmente a su familia, la amarga verdad de la vida de su padre y conciliar al fin las distintas partes de su fragmentada herencia.
Pese a que hay numerosas biografías históricas de algunos de sus miembros más reconocidos (Fernando el Católico, Alfonso el Magnánimo o Juan II de Aragón) faltaba una obra decisiva que recogiera toda la trayectoria de la familia Trastámara, de origen bastardo, desde Enrique II hasta Fernando el Católico. Ernest Belenguer ha realizado la investigación más amplia y definitiva de su carrera analizando las vicisitudes y consecuciones de los distintos reyes de Aragón (y Castilla) pertenecientes a este linaje y sacando a la luz sus fijaciones comunes y debilidades compartidas.
Pocos escritores han tenido una vida tan paradójica como H.P. Lovecraft, el excéntrico y solitario «escritor de espantos» de Providence. Considerado por todos como el gran maestro del horror sobrenatural contemporáneo, fue «el príncipe oscuro y barroco de la historia del horror del siglo xx», en palabras de Stephen King. Sin embargo, Lovecraft murió en el más completo anonimato, sin haber visto editado en vida ni un volumen con sus narraciones. Fue un misántropo incurable, y sin embargo fue muy apreciado por todos los que le conocieron, y se vio rodeado por un círculo de fieles admiradores que lucharon denodadamente para rescatar su obra del olvido. Intelectualmente, fue un convencido materialista científico, aunque también se dejó seducir por teorías racistas seudocientíficas, ideas que abandonó en sus últimos años para convertirse en una especie de demócrata liberal que consideraba ineludible el advenimiento del socialismo en una era futura.