Pocas escritoras de finales del siglo XX y principios del XXI han sido más leídas, han aunado tantos premios, crítica y lectores y han suscitado tal admiración y amor como Almudena Grandes. Lectora voraz, Almudena escribió para que su generación lograra ser tan moderna como lo había sido la de sus abuelas durante la Segunda República. Empeñada en recuperar las huellas de un pasado oculto por la dictadura, investigó, descubrió y ficcionó los márgenes de un país olvidado, haciendo de la memoria el eje central de su obra literaria y convirtiéndose en una rastreadora de personajes y de historias. Pero Almudena no solo tenía el secreto de la literatura, sino que supo acertar con la vida para mantener siempre la alegría intacta. Estas páginas son un viaje por los años y las palabras de una mujer comprometida con su tiempo, pero, sobre todo, con los libros.
Como otras autoras de su generación, Aroa Moreno Durán creció leyendo a Almudena Grandes y tuvo la gran suerte de conocerla. En este libro reivindica su memoria y su obra y, junto con Ana Jarén, le rinde un emocionado homenaje.
Enrique Alberto Kogan nos lleva en un viaje íntimo y fascinante a través de las páginas de sus memorias en "Toda una vida loca". Con una sinceridad que desarma y un estilo narrativo audaz, Kogan revela sus triunfos y fracasos, secretos nunca contados, y las lecciones aprendidas en su camino.
Desde una infancia y juventud repleta de travesuras hasta sus aventuras como mochilero por el mundo, el autor narra cómo sus experiencias en distintas ciudades moldearon su carácter.
Nos habla de sus negocios, desde los primeros pasos hasta la creación de sus bien recibidas publicaciones, enfrentando enemigos en la cima del éxito y sobrellevando las duras pruebas del mercado hispano en los Estados Unidos. Con desfachatez y sin tapujos,
Enrique nos cuenta sobre sus amistades fieles y los traidores que lo rodearon. Nos invita a conocer a las mujeres que formaron parte de su vida, cada una dejando una huella (o no). "Toda una vida loca" es más que una autobiografía.
A través de sus páginas, Enrique Kogan nos enseña que la vida es un tobogán lleno de altas y bajas, y que lo importante es seguir adelante. Una lectura imprescindible para quienes buscan una historia de vida contada con sinceridad y el corazón en la mano.
Pocos personajes históricos despiertan un interés tan universal como este extraordinario caudillo de la paz, que fue llamado Mahatma («Alma Grande») Gandhi, líder del movimiento nacionalista de India y organizador de la resistencia civil contra la dominación inglesa. Es sin lugar a dudas el profeta de una vida liberada que extiende su ascendiente sobre millones de seres humanos de todo el mundo en razón de su heroísmo, excepcionales virtudes y por su vida ejemplar. Siempre habrá alguien que encontrará en tan raro ejemplo de santidad la señal de una fortaleza y una severa realidad que no se encuentran en una vida de común benevolencia, moralidad convencional y vaga afectación ascética, que es todo cuanto muchos maestros pueden ofrecer.
En este imponente ensayo, el catedrático de la Universidad de Hampton Krzysztof Sliwa ha construido el edificio de la que es, probablemente, la biografía crítica definitiva del autor de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Valiéndose de documentos pertenecientes al propio autor y de una vastedad de textos referentes a él, coetáneos y posteriores, Sliwa ofrece la posibilidad de acercarse a la vida del más universal de nuestros escritores. De este modo, las semblanzas del primer biógrafo, Gregorio Mayáns i Siscar (1738), el monumental estudio en siete volúmenes de Astrana Marín y los más recientes trabajos de Canavaggio y McCrory, entre otros, quedan integrados en Vida de Miguel de Cervantes Saavedra.
Con el fascinante estilo que le caracteriza, Patrick Radden Keefe ofrece en este libro una compleja panorámica del lado oscuro del ser humano. Aquí retrata, entre otros personajes, al traficante de armas Monzer al-Kassar, apodado «el príncipe de Marbella» y perseguido incansablemente por un agente de la D.E.A., a la controvertida «abogada del diablo» que lucha contra la pena de muerte representando a los peores criminales, al Chapo Guzmán y su vida tras huir de una prisión de alta seguridad, o al célebre delincuente holandés William Holleeder y los esfuerzos de su propia hermana para lograr su encarcelación.
Maleantes recoge doce perfiles de estafadores, truhanes, asesinos y rebeldes, gente que nada a contracorriente y cuya vida excepcional, para bien y para mal, invita al lector a reflexionar sobre temas como la esencia del mal, del poder, del crimen y de la corrupción, pero también sobre el coraje de quienes decidieron enfrentarse a ellos.
A lo largo de 16 capítulos, descubrirás el mundo en el que Edwards vivió, desde el vibrante panorama religioso de Nueva Inglaterra hasta su familia, infancia y educación. Sigue su transformador viaje de conversión, llamado y peregrinación espiritual, siendo testigo del impacto en su vida y ministerio. Explora su matrimonio, hijos y las profundas raíces de su herencia ministerial. Obtén perspicacia sobre su vida laboral, carácter y método único de predicación que conmovió a innumerables corazones. Adéntrate en su influyente teología y enriquece tu vida con la sabiduría presente en sus escritos.
Presencia la importancia de los avivamientos y su papel en la vida de Edwards. Conoce a sus renombrados amigos y mentores, quienes moldearon su extraordinario viaje, y explora las circunstancias que rodearon su muerte, marcando el fin de una era notable.
En este libro meticulosamente investigado y cautivadoramente escrito, Juan Carlos de la Cruz te lleva en un viaje transformador a través de la vida extraordinaria de Jonathan Edwards. Descubre al hombre detrás de las ideas influyentes y sumérgete en el rico contexto histórico que dio forma a su legado extraordinario.
Teodoro de Sykeon fue un monje bizantino nacido en 530 y que vivió en Galacia (Asia Menor), donde también murió en 613. Hijo de una prostituta que prestaba sus servicios en la posta imperial de la localidad, se distinguió desde su juventud por las duras disciplinas a las que se sometió y por sus excepcionales dotes como exorcista. Pasó toda su vida luchando contra el demonio y liberando a personas, animales y hasta las cosechas de las enfermedades y males causados por el maligno, lo que le proporcionó una enorme popularidad. Consagrado obispo de una ciudad vecina a los dieciocho años, su fama hizo que fuese llamado varias veces a la capital del Imperio, Constantinopla, así como a otras ciudades, incluida Jerusalén, para poner sus dotes de exorcista al servicio de emperadores, patriarcas y altos cargos de la corte.
Siendo un bebé, le pusieron una raqueta de juguete en la mano. Desde entonces, Agassi no ha hecho otra cosa que golpear pelotas de tenis. Su padre, obsesionado en convertirlo en un astro del deporte, cosntruyó una máquina (el dragón) que disparaba 2.500 pelotas al día contra el pequeño Andre. Escrita por el premio Pulitzer J. R. Moehringer, Open es la semblanza a corazón abierto de André Agassi, que en estas memorias se muestra tal como es: un hombre que debió enfrentarse a las presiones de su familia, de la fama, pero que siempre conservó el valor de la amistad y un sentido altruista de la vida. En esta cautivadora autobiografía, Agassi revela, con sentido del humor y ternura, una vida definida por la contradicción entre un destino impuesto y el anhelo por complacer a quienes lo han sacrificado todo por él. «Odio el tenis, lo detesto con una oscura y secreta pasión, y sin embargo sigo jugando porque no tengo alternativa.
Jim Morrison, líder de The Doors e icono de la contracultura, fue hallado muerto, con solo 27 años, en la bañera de un piso de París. Pocos saben que hasta llegar a ese trágico desenlace sufrió un brutal y absurdo acoso político, judicial, policial y mediático. Morrison, el primer cantante de rock detenido en un escenario y uno de los primeros en sufrir la cultura de la cancelación, fue empujado a un demencial juicio en Miami y se enfrentó a enemigos tan poderosos como el presidente Nixon; J. Edgar Hoover; los medios de comunicación; decenas de reaccionarios leguleyos y un juez conservador con aspiraciones políticas. Pero, tal vez, su peor enemigo fue él mismo.