Este ensayo propicia:
Educación inicial neuropedagógica. Al nacer el cerebro infantil inicia su arquitectura con 100 mil millones de neuronas que encadenándose forman ramificaciones denominadas sinapsis; se estimulan con la convivencia y las experiencias prácticas para el aprendizaje, movimientos, lenguaje, visión, audición destrezas, habilidades. Es el momento ideal para iniciar la educación en Es- tancias Infantiles Neuropedagógicas, cerrando brechas con una educación de calidad, obligatoria y gratuita, para una nueva época.
Especializar, además, centros para niños en condiciones de atención especial como el “espectro autista” y otras.
Asumir en los organismos internacionales la iniciativa de la Comunidad Europea para que el uso de la internet y los medios digitales sea declarado un derecho humano.
Cerrar la brecha de la pobreza en diez años integrando en Villas para la Inclusión Social la población afectada creándole un circulo virtuoso.
Para comenzar la dieta del alma no tenemos que aguardar la llegada del próximo Lunes como hacemos con las dietas de moda, no esperes a perder amigos, familiares o amores, es tu momento de cambiar y reencontrar la esencia de tu alma para ser feliz.
El caballero de la armadura oxidada no es un libro ... Es una experiencia que expande nuestra mente, que nos llega al corazón y alimenta nuestra alma. Sus profundas enseñanzas éticas son de una sencillez y humildad tal que se consiguen interiorizar naturalmente y la riqueza de su prosa nos inunda de belleza.
La autora de Brújula para navegantes emocionales nos alienta a sacar provecho de nuestra capacidad innata para amar y para transformar, a encontrar los cauces donde nuestra creatividad y nuestra energía fluyan a través de las trampas y los dones que nos acechan a diario.
Nacemos inocentes. Sin emociones mezcladas, sin dudas, sin miedos, sin mentiras. Llegamos para descubrir, luminosos y coherentes. Vulnerables pero abiertos al mundo, animados por una curiosidad rotunda y radical, dotados de la pasión por vivir. Es entonces cuando comienza la búsqueda del sentido en una realidad diaria de luces y de sombras donde nos asaltan el amor, el miedo, la tristeza o la tentación. Cómo nos enfrentemos a estas etapas cruciales, desde la inocencia o desde la rigidez, determinará el tejido de nuestra existencia, de cada emoción, de cada gesto, de cada pensamiento.
Si el paradigma de las relaciones sanas gira en torno a la idea de la armonía, es razonable pensar que las peleas y los desacuerdos son la antítesis. Pero ¿es posible construir puentes sólidos en una relación donde permea la discordia? En realidad, en los innumerables momentos en los que interactuamos, solo estamos en sincronía la menor parte del tiempo, y está bien que sea así, pues lo que nos permite crear vínculos más estrechos con la familia, la pareja, los amigos y los colegas es precisamente la reparación del conflicto, porque conlleva el conocimiento implícito de que podemos superar los problemas.
El poder de la discordia revela qué sucede cuando aparecen los desacuerdos entre las personas y cómo podemos pasar de la discrepancia a la reconexión armoniosa. Trabajar en los constantes desajustes para lograr solucionarlos, en vez optar por el silencio y la evasión, nos ayuda a establecer relaciones profundas, duraderas y de confianza, así como adquirir resiliencia en situaciones de estrés y trauma. No hay necesidad de temerle al conflicto abierto: este será el proceso que derive en un auténtico bienestar emocional y social.