El concepto más importante que podemos formarnos es el concepto sobre nosotros mismos. Nuestra autoestima constituye la clave de nuestro éxito o de nuestro fracaso. En palabras de Nathaniel Branden: «Díganme cómo juzga una persona su autoestima y les diré cómo actúa esa persona en el trabajo, en el amor, en el sexo, como padre, en cada aspecto importante de su existencia…, y hasta dónde puede ascender su vida.
Vivimos una época de grandes desafíos que requieren, más que nunca, una dimensión espiritual, capaz de generar felicidad, armonía y reconciliación. Si queremos que nuestro planeta tenga una oportunidad, debemos trascender las nociones imperantes de separación e individualidad para empezar a desarrollar un sentido de la identidad que trascienda el espacio y el tiempo. Ese es el significado profundo de la ecología.
A veces te escapas por las grietas: circunstancias imprevistas como una enfermedad repentina, la muerte de un ser querido, una ruptura o la pérdida del trabajo pueden descarrilar una vida. Estos períodos de dislocación pueden ser solitarios e inesperados. Para May, su esposo se enfermó, su hijo dejó de asistir a la escuela y sus propios problemas médicos la llevaron a dejar un trabajo exigente. Invernando explora cómo ella no solo soportó este doloroso momento, sino que aprovechó las oportunidades singulares que le ofrecía.
Una conmovedora narración personal repleta de lecciones de la literatura, la mitología y el mundo natural, la historia de May ofrece instrucción sobre el poder transformador del descanso y el retiro. La iluminación surge de muchas fuentes: las celebraciones del solsticio y la hibernación del lirón, C.S. Lewis y Sylvia Plath, nadando en aguas heladas y navegando por los mares árticos.
En última instancia, Invernando nos invita a cambiar la forma en que nos relacionamos con nuestros propios tiempos de barbecho. May modela una aceptación activa de la tristeza y encuentra alimento en un retiro profundo, alegría en la belleza silenciosa del invierno y estímulo para entender la vida como cíclica, no lineal. May, un místico secular, forma una filosofía rectora para transformar las dificultades que surgen antes del inicio de una nueva temporada.
Lucy Lara vierte su corazón en estas páginas para entregar su libro más personal a la fecha.
Vivir como inmigrante en Estados Unidos, la infertilidad, el desgastante proceso de la adopción, el desamor, el ascenso en la pendiente profesional, la pérdida de relaciones cercanas y la desilusión de expectativas no cumplidas no son asuntos ajenos para la autora. Reconoce que, ante todo esto, su carácter sólido y decidido, la pasión por lo que le interesa y la voluntad de hacer lo que sea para alcanzar sus metas la han convertido en quien es.
Eliecer Marte, periodista y presentador de televisión, comparte su historia en este libro y revela sus secretos más íntimos y personales, incluyendo su salida del clóset ante el público, así como su proceso de aceptación y descubrimiento personal.
Confidencias es una obra que va más allá de la orientación sexual o la identidad de género. Es una historia de triunfo y evolución que ofrece una perspectiva valiosa sobre cómo encontrar la felicidad y el éxito en la vida sin comprometer nuestra esencia. Es un libro sincero y emotivo, una historia inspiradora que nos invita a encontrar nuestro propio camino hacia la autenticidad.
La historia de Eliecer abarca desde su infancia en el Caribe, su paso por Nueva York y Miami, sus logros periodísticos y reconocimientos, hasta su entrada triunfal por la alfombra roja con su pareja. Nos hace reflexionar sobre los obstáculos que la sociedad o nosotros mismos nos imponemos, y cómo la tenacidad y la valentía son el mejor camino para superarlos.
No se puede disfrutar del presente,
sin hacer las paces con el pasado.
Cuando sufrimos una herida es muy fácil creer que no hay solución, que el dolor nunca se irá y que, desde ese momento, ya nada tiene sentido. También es fácil pensar que el tiempo todo lo cura, que solo hay que esperar y el dolor se irá solo. Pero lo cierto es que nada es tan fácil ni tan difícil. Para sanar esas heridas que se esconden debajo de la piel, hace falta saber olvidar y perdonar, quererse a uno mismo y aprender a vivir en paz.
El tiempo todo lo cura, pero las cicatrices dependerán de lo que hagas durante ese tiempo. Por eso te pido que me acompañes en este viaje, serán solo tres paradas.