Cuando alguien ataca a la anciana adivina que ha acampado en los terrenos de Buckshaw, Flavia recurrirá a sus dotes de investigación para descubrir al asaltante. Pero todo se complica cuando otra muerte sacude la tranquilidad del pequeño pueblo de Flavia, en el que, a pesar de la insoportable convivencia con sus dos extremadamente molestas hermanas mayores, ella sigue demostrando que no necesita una bola de cristal para descubrir al asesino.
Cuando su madre muere en un terrible accidente de tráfico, la vida de Abby cambia por completo. Acogida por un hombre misterioso que dice ser su padre, se instala en el pueblo de Lostwick, en el sur de Maine, y cree haber encontrado la vida que tanto había deseado: ahora tiene amigos, familia y un lugar al que pertenecer.
Pero este nuevo mundo quizá no es tan idílico como Abby cree. Hay algo en quienes la rodean que le hace desconfiar, la atormentan terribles pesadillas y esa sensación de sentirse observada amenaza con volverla loca. El peligro está aterradoramente cerca y acecha como la sombra de un cuervo en la oscuridad.
¿Cuál es el mejor lugar para trazar un plan de espionaje?
El malhumorado Xiant Silver no tiene nada en común con la impulsiva Preswen Ellis.
O tal vez sí.
Cuando se quedan atascados en el elevador del lujoso edificio Obsidiana, una rápida enemistad se forma entre ellos. Sin embargo, esa extraña coincidencia los obliga a trabajar en equipo para resolver un misterio que podría cambiar la vida de ambos para siempre.
Si quieren tener éxito, deberán aprender a lidiar con sus diferencias y, en ese camino, quizás descubran que muchas veces aquello que rechazamos es exactamente lo que mejor nos complementa.