Un cozy romance que no te puedes perder. Hasta hace poco, Cassie era más conocida como Cassandra Crosby, la reputada medallista olímpica en patinaje sobre hielo. Ahora es simplemente Cassie, la chica que todavía sueña con todo lo que una lesión le arrebató. En un intento de reencontrarse consigo misma, vuelve al pueblo en el que nació. Con lo que no cuenta es con conocer a Micah, el jugador de hockey que, pudiendo tenerlo todo, eligió quedarse. Cassie no puede evitar sentirse atraída por él, curiosa por qué le llevó a tomar una decisión tan radicalmente opuesta a la suya. Pero ¿y si la respuesta ocultara un secreto mucho mayor de lo que ella pudiera imaginar Obra ganadora de la primera beca Elastic Books para jóvenes escritores.
A todos los niños del mundo les gustan los
besitos que les dan sus padres y abuelos. Pero a
veces, sobre todo si están lejos o si hay una
pandemia, no pueden darlos ni recibirlos. Por eso,
la autora de este cuento les enseña la magia de los
besitos voladores, que viajan con el viento y llegan
a todas partes. En esta ocasión los besitos
voladores han servido para sanar a Misuri, la linda
gatita blanca con motitas amarillas que es la
mascota de María. Misuri se enfermó. Pero tuvo
tanta suerte que la magia de los besitos voladores
los sorprendió a todos en el hospital, hasta al
doctor. Con María y Misuri aprenderás lo importante
que es compartir, saber dónde están los límites al
comer y lo importante que es querer a tu
mascota y estar atento a lo que le ocurre.
A todos los niños del mundo les gustan los
besitos que les dan sus padres y abuelos. Pero a
veces, sobre todo si están lejos o si hay una
pandemia, no pueden darlos ni recibirlos. Por eso, la
autora de este cuento les enseña la magia de los besitos
voladores, que viajan con el viento y llegan a todas
partes. Como muestran los patitos blancos de este
cuento, los besitos voladores regalan amor,
ternura, seguridad y fuerza para hacer las cosas,
aunque sean difíciles. La vida está llena de
oportunidades para crecer y ser mejores. Con el
apoyo que brindan los besitos voladores podemos
aprovecharlas para ayudar, aprender, perder el
miedo y todos juntos ser felices. Así lo
demuestran los patitos amarillos, los blancos
y Rosy, la mamá pata.