Helena no puede creerlo. Justo cuando tiene la felicidad junto a Jess al alcance de la mano, vuelven a arrebatársela. Después de que ambos decidieran plantarle cara a todo aquel que se opusiera a su amor, unos desconocidos atacan a Jess y lo dejan herido de gravedad. Pero ¿quién lo persigue? Y ¿por qué?
Helena tendrá que volver a buscar respuestas que se entrelazan peligrosamente con las muertes de Valerie y Adam. Y, cuanto más se acerca a la verdad, más se pregunta si algún día Jess y ella podrán tener un futuro juntos... O si quizá su amor estuvo condenado desde el principio.
Scarlett Vandermeer combina sus estudios en Stanford con una carrera como saltadora de trampolín e intenta no llamar la atención mientras se concentra en ingresar en la facultad de medicina y en recuperarse de la lesión que casi acaba con su carrera. No tiene tiempo para relaciones, o al menos eso se dice a sí misma.
Lukas Blomqvist, campeón del mundo de natación, se nutre de la disciplina. Así es como gana medallas de oro y bate records: concentración total en cada brazada. En apariencia, Lukas y Scarlett no tienen nada en común. Hasta que un secreto bien guardado sale a la luz y todo cambia.
Cada mañana, A despierta en el cuerpo y la vida de una persona diferente. Nunca hay aviso previo de dónde ocurrirá o quién será el elegido. Pero A ya se ha hecho a la idea de ello, incluso tiene una serie de normas que sigue para vivir: nunca involucrarse. Pasar desapercibido. No interferir.
Todo está bien hasta la mañana en la que A se despierta en el cuerpo de Justin y conoce a la novia de este, Rihannon. A partir de ese momento, las normas a través de las cuales se ha guiado siempre dejan de tener sentido.
Porque, finalmente, A ha encontrado a alguien con quien de verdad quiere estar... un día, y otro, y el día de después.