Ya hace mucho tiempo que Tally dejó de ser una imperfecta rebelde e indisciplinada. Por aquel entonces, ella aún creía que los especiales no eran más que un rumor siniestro y aterrador: de ellos se decía que eran veloces, atractivos y crueles como nadie. Irónicamente, el destino la ha llevado a convertirse en especial, y, tras someterse a la más sofisticada de las operaciones quirúrgicas, ha recibido una misión: acabar con la resistencia...
Había una vez un principito que vivía en un planeta diminuto y que soñaba con tener un amigo. Los personajes de la famosa obra de Antoine de Saint-Exupéry, en un precioso libro que, al final, incluye un espejo para jugar con los más pequeños.
¿A qué nos referimos cuando deseamos que nuestros hijos, alumnos y amigos sean personas de éxito? ¿A tener muchas riquezas, fama y likes, o a ser buenas personas que puedan construir relaciones sólidas y positivas, con una autoestima sana y cuya honestidad, bondad, esperanza, justicia... sean su carta de presentación? ¿Qué es más importante para alcanzar una vida buena? ¿Qué legado como padres o maestros deseamos dejar en nuestros hijos? La huella que dejemos en ellos será el punto de mira que marquen en el horizonte para aspirar a una vida con sentido.
¡Soy una buena persona! es un libro de valores ilustrado a todo color que ayuda a desarrollar una personalidad bella, buena y verdadera en nuestros menores.
RESPETO, GENEROSIDAD, AMOR, JUSTICIA, ESFUERZO, RESPONSABILIDAD, GRATITUD, PACIENCIA, COMPASIÓN, PERDÓN, BONDAD, y ESPERANZA.
La historia sigue los misterios sobrenaturales investigados por Miércoles Addams durante su etapa como estudiante en la academia Nunca Más.
Con hermosas ilustraciones a todo color, este libro es perfecto para niños de 2 a 5 años y para fans de Miércoles de todas las edades.
Sheila Hernández nos regala un relato honesto que refleja los problemas de una generación, en el que el bullying, la depresión, el miedo, el amor, las despedidas y las relaciones familiares están presentes. Nos muestra cómo ella y sus circunstancias le han ayudado a alcanzar su sueño de ser periodista, y a seguir luchando cada día. Nada ni nadie la hizo más fuerte.
Soy joven, no gilipollas es un ejemplo de cómo la resiliencia ante las adversidades nos hace a todos capaces de conseguir nuestras metas.