Érase una vez, tras el espejo, un mundo lleno de magia y peligros... y dos hermanos. Uno de ellos tendrá que atravesar el espejo para salvar al otro.
El joven Jacob Reckless ha descubierto el mundo mágico que se oculta tras el espejo del despacho de su padre. Años después comete un grave error: Will, su hermano pequeño, lo sigue a ese mundo, en el que los cuentos más oscuros son realidad y donde un maleficio convierte la carne humana en piedra. Cuando Will cae víctima de este hechizo, Jacob se ve obligado a encontrar el remedio que salve la vida de su hermano… Pero nuestro héroe tendrá que enfrentarse además a muchas otras aventuras que no esperaba.
Acompaña a los protagonistas del mundo detrás del espejo en esta travesía por el desierto,
las profundidades de la Tierra, los bosques japoneses y el nuevo palacio de Kami’en...
A pesar de sus recelos, Jacob acepta ir con Will a Nihon, las islas de los zorros, ubicadas en el Lejano Oriente. Siempre intrépidos y alerta, van en busca de un espejo mágico del que les ha hablado Dieciséis, la chica de cristal y plata.
Mientras Will busca venganza, su hermano mayor solo quiere asegurarse de que Zorro y él permanezcan a salvo de las consecuencias de aquel fatídico trato que Jacob cerró una vez con Jugador, y que amenaza todo lo que da sentido a su vida... Pero hay también un muerto cuyos planes son muy diferentes, y el espejo que buscan atraerá temibles cazadores de tesoros.
Él es el refugio que ella siempre había deseado.
Ella es el enemigo que él tiene que vencer.
Tras sobrevivir a las Pruebas de la Purga, Paedyn Gray, nacida sin poderes, mató al rey e inició una resistencia en todo el país. Ahora está huyendo de la persona hacia la que querría correr.
Kai Azer es actualmente el defensor de Ilya y debe permanecer leal a su hermano Kitt, el nuevo rey. Ha prometido encontrar a Paedyn y llevarla ante la justicia.
A través de peligros mortales, Kai persigue a la única persona que desearía proteger. Pero en una ciudad sin élites, el equilibrio entre el cazador y la presa cambia, y la batalla entre el deber y el deseo es mortal.