La nación del sol y el reino de la luna han logrado mantener la paz durante un milenio, pero hoy todo parece estar perdido: la reina Virian ha desaparecido y los vientos de guerra amenazan ambos territorios. Emil es el príncipe heredero a la corona del sol y en ausencia de su madre deberá asumir el trono a pesar de su juventud; de lo contrario su nación tendrá que enfrentar de nuevo una terrible era de oscuridad. Para evitarlo, Elyon, su mejor amiga –una solaris de espíritu libre y soñador–, lo convence de emprender un arriesgado viaje por Fenrai para dar con el paradero de la reina, antes de que los rumores sobre los siniestros planes del reino de la luna se vuelvan realidad. Pero la travesía se torna cada vez más peligrosa y desconcertante cuando descubren la verdad detrás de algunos secretos que era mejor no revelar. ¿Valdrá la pena poner en riesgo su vida para salvar el lugar que los ha visto crecer? ¡Una mágica aventura que los obligará a ser más fuertes y valientes!
En El príncipe, la víspera de su cumpleaños, Maxon se da cuenta de que la Selección, que le parecía tan estimulante, le intimida. Cuando se confiesa con su amiga de toda la vida, Daphne, la princesa francesa, queda sorprendido por su respuesta: ella lleva mucho tiempo enamorada de él y lo que de verdad le gustaría es poder optar a ganarse el corazón del príncipe, algo que el proceso de la Selección hace imposible. ¿Será verdad que tenía el amor al alcance de la mano y no se dio cuenta? ¿Y si no tiene la capacidad de sentir una emoción tan profunda? Sin embargo, la noche antes de que la competición empiece de verdad conocerá a America Singer y sus sentimientos cambiarán para siempre. Antes que America entrara a la Selección, estaba enamorada de un muchacho llamado Aspen Leger. El guardían está contada desde el punto de vista de Aspen y comienza justo después de que las chicas seleccionadas quedaran reducidas a la Élite. Conoceremos su vida fuera de los muros del palacio y la vida real de los guardianes reales, un mundo que America nunca podrá conocer.
Al igual que el aviador de la novela El Principito, Antoine de Saint-Exupéry sufrió un accidente mientras pilotaba un avión y cayó en pleno desierto del Sahara junto a su amigo y copiloto André Prévot. Solos y sin apenas comida, rápidamente sufrieron los efectos de la deshidratación
y comenzaron a tener alucinaciones, hasta que, afortunadamente, un beduino los encontró y los salvó.