Una historia en el universo de Cazadora de hadas
Frío, letal, despiadado. Temido por los faes y los humanos por igual, no hay nadie más peligroso que el Príncipe.
Atormentado por un pasado que no pudo controlar, Caden desea vengarse de aquellos que le hicieron daño y lo dejaron atrapado en una pesadilla interminable. Y sabe que solo hay una persona capaz de ayudarlo.
Criada en la Orden, Brighton Jussier sabe lo peligroso que es el príncipe. Ha visto con sus propios ojos las atrocidades de las que es capaz, y lo último que quiere es ser su aliada... pero no tiene elección. Obligada a trabajar junto a él, empieza a descubrir al hombre que hay tras esa fría apariencia. Desearlo sería una auténtica locura, pero no puede negar el fuego que desprenden su tacto y su mirada.
Pero alguien quiere que el príncipe vuelva a ser el que era. Una pesadilla de carne y hueso, empeñado en destruir su mundo y a todos los que le rodean. Lo último que Caden y Brighton necesitan ahora mismo es una distracción, pero con la atracción creciendo entre ellos, lo que él desea más que a nada en el mundo podría suponer su perdición.
Cassle Redgrim es la hija mayor de la chamana de una pequeña aldea próxima a la capital del condado élfico de Thandel, y ha crecido feliz entre hierbas, plantas y brebajes. Cuando su madre es acusada de haber dañado a un príncipe elfo con una de sus pociones, decide hacerse pasar por ella para defender su inocencia.
Altair Ryner es el príncipe heredero de la alianza élfica. Odia a los humanos, por eso, cuando su hermano Niowar cae enfermo a causa de una pócima elaborada por mortales, envía a su guardia de mayor confianza a atrapar a la chamana que la ha preparado para que la lleve ante él y poder ajusticiarla por semejante afrenta.
Sin embargo, cuando sus ojos se tropiezan con los de la joven, Altair se da cuenta de que no es la primera vez que se ven, y que, de nuevo, vuelve a sentir que hay algo especial en aquella muchacha de cabellos dorados y mirada tenaz.
Kailey es nueva en el Trinity College de Dublín, pero nadie sabe que guarda un secreto: es una fae, una guerrera elfa enviada por su reina para ganarse la confianza de Aiden, el príncipe de los dragones.
Los fae esperan lograr así una ventaja en la inminente guerra entre los elfos y los dragones. Lo que Kailey no imagina es que Aiden tiene una misión muy parecida. Ambos interpretan un papel falso, pero acaban sintiendo algo real el uno por el otro.
¿Podrán realmente confiar en alguien del bando enemigo?