¿Alguna vez te has preguntado qué harías si no tuvieras miedo?
¿Si no hubiera nada que perder?
Yo sí.
Y el día en el que, escribiendo sueños en una servilleta de papel, me di cuenta de que allí sentada jamás iba a ganar, decidí vivir sin importar cuándo, cómo y por qué.
Decidí cogerla de la mano, apostar, cambiar, viajar, amar y llorar.
Decidí dejar de imaginar para empezar a experimentar la inconfundible y dulce sensación de ese hormigueo en el estómago que indica que todo puede pasar.
Y, tú, ¿te atreves a soñar?
Una promesa inocente, un engaño, una noche de borrachera, una decisión crucial y una confesión son suficientes para cambiar una vida entera. Él se ha preparado durante veintiún años para ser el amor literario de las chicas que le rodean y su mayor objetivo es hacerlas felices. Ella ha pasado sus dieciocho años enamorada del único chico al cual nunca podrá tener y lucha para sacarlo de su cabeza. Y eso la lleva a cometer un gran error. Una noche todo cambia para los dos y tras eso tendrán que decidir si vale la pena continuar o dejarlo como un desliz inocente, ya que sus familias están en juego. Para él, ella es la equivocación más hermosa de su vida. Para ella, él es la mayor prueba a la que se tendrá que enfrentar y en el proceso descubrirá que muchas veces los tabúes pesan, por más que una mente aprenda a modernizarse. Ambos creían que amar lo prohibido no siempre es un pecado, pero les importaba lo que sus familias pensarían.
Con humor, simpatía y una heroína atípica que es más valiente de lo que cree, Ajo y el vampiro nos recuerda la importancia de creer en uno mismo y también que los desconocidos no siempre son tan temibles como parecen. Ajo siente que siempre lo hace todo mal. No importa cuánto la animen Zanahoria y la amable Bruja Agnes, Ajo solo desea ocuparse de su huerto, un lugar bonito y seguro, y vivir en su pequeña aldea con el resto de vegetales. Pero cuando llegan noticias de que un sanguinario vampiro se ha mudado al cercano castillo abandonado, todos coinciden en algo: a pesar de sus temores e inseguridades, nadie mejor que Ajo para plantarle cara. Y, con las esperanzas de todos puestas en ella, acepta enfrentarse al misterioso vampiro confiando en poder salir airosa. Al fin y al cabo, el ajo ahuyenta a los vampiros… ¿verdad?