Telmo Lobo se está volviendo loco: ve cosas que nadie ve, las gaviotas le hablan y un misterioso millonario aparece para decirle que sabe dónde está su padre, quien desapareció sin decir nada hace años de la vida de sus hijos, Telmo, Mía y Sammy.
Los hermanos Lobo y su amiga Carmina se han enfrentado a abusones y a duras competiciones de deporte, pero lo que se encontrarán al seguir la pista de su padre será algo nunca visto: otra dimensión como jamás hubiesen imaginado, donde surfear por el aire y comunicarse con la mente es posible, y donde el mal amenaza con tomar el control. Juntos se adentrarán en una aventura llena de retos en la que todos deberán hacer frente a sus miedos. Tendrán que sacar valor y arriesgarse antes de que la amenaza de Vértigo condene a todas las personas a las que quieren.
Cosas que he descubierto desde que llegué a Pesavilla:
1.- Mi nuevo cole se cae a pedazos
2.- Mi prima Sofía no sabe distinguir entre una mascota y un animal salvaje comeniños.
3.- Los monstruos EXISTEN (¡y están todos en Pesavilla!)
Álex pensaba que mudarse y cambiar de cole y de amigos era lo peor que podía pasarle… hasta que llegó a Pesavilla: ¡el pueblo más espeluznante de todos!
Junto a su prima Sofía y el miedoso Kike, tendrá que investigar los extraños sucesos que parece que les persiguen, ¡empezando por un monstruo que tiene a todo el cole aterrado!
¿Lograrán resolver el misterio antes de que sea demasiado tarde?
ELLOS TEMBLARÁN DE MIEDO... ¡Y LOS LECTORES, DE RISA!
Cosas que me he encontrado desde que llegué a Pesavilla:
1.- Nuevos amigos tan fans del misterio como yo.
2.- Un gato con un ojo de cada color y sospechosamente listo.
3.- Cosas raras a tutiplén, que si un monstruo, que si un cuervo que me mira de reojo, ranas, ranas y más ranas y… ¿¡se puede saber qué hace esa escoba?!
Desde que llegó a Pesavilla, Álex tiene claro que en este pueblo pasan cosas raras. Primero fue un monstruo que acechaba en el colegio y ahora es... Bueno, aún no tiene claro lo que es, ¡pero seguro que aquí hay gato encerrado! O cuervo... ¿O quizá rana?