Sheila Hernández nos regala un relato honesto que refleja los problemas de una generación, en el que el bullying, la depresión, el miedo, el amor, las despedidas y las relaciones familiares están presentes. Nos muestra cómo ella y sus circunstancias le han ayudado a alcanzar su sueño de ser periodista, y a seguir luchando cada día. Nada ni nadie la hizo más fuerte.
Soy joven, no gilipollas es un ejemplo de cómo la resiliencia ante las adversidades nos hace a todos capaces de conseguir nuestras metas.
Pip está acostumbrada a recibir amenazas. Tiene un podcast de true crime que se ha vuelto viral y, además, su trabajo como investigadora le ha supuesto crearse algún que otro enemigo de más. Pero de entre todos esos mensajes que le llegan, hay unos que le preocupan. Se repiten constantemente. Tan solo le hacen una pregunta, siempre la misma: «¿Quién te buscará cuando seas tú la que desaparezca?»
Sus sospechas se confirman cuando se da cuenta de que, quien le envía esos anónimos, ha pasado de amenazarla a perseguirla. Y todo irá a peor cuando encuentre similitudes entre la forma de actuar de su acosador y un asesino que, en teoría, está en la cárcel desde hace años? O ¿puede ser que un inocente esté entre rejas y el asesino ande suelto? Sea como sea, Pip debe encontrar las respuestas necesarias o, esta vez sí, será ella la que desaparecerá?
Un enemies to lovers que derretirá hasta el corazón más frío.
Abby Langford lleva enamorada del patinaje artístico sobre hielo desde que se mudó a Massachusetts. Ahora que por fin ha terminado la universidad, debería estar centrada en ganar la copa Cranberry junto con su mejor amigo, Sean, si no fuera porque este se ha lesionado en el último momento. Así que a Abby no le queda más remedio que encontrar otro compañero en tiempo récord o estará fuera de la competición.
Tao Williams es su única esperanza.
Abby detesta tener que pedirle ayuda a Tao, pero sabe que el excapitán del equipo de hockey del instituto en el que estudiaron se defiende sobre el hielo. O lo hacía, antes de que una grave situación familiar lo alejara del deporte para siempre.