Dos hermanas. Un despiadado asesinato. Una búsqueda de venganza que desatará el mismísimo infierno... Y un romance embriagador. Emilia y su hermana gemela Vittoria son "streghe": brujas que viven en secreto entre los humanos, evitando llamar la atención y ser perseguidas. Una noche, Vittoria se pierde el turno de la cena en el famoso restaurante siciliano que regenta la familia. Emilia pronto encuentra el cuerpo de su querida gemela... profanado más allá de lo imaginable. Devastada, Emilia se propone encontrar al asesino de su hermana y conseguir venganza a cualquier precio, incluso si eso significa usar magia oscura, que lleva mucho tiempo prohibida. Entonces, Emilia conoce a Ira, uno de los Malvados, príncipes del infierno contra los que la han advertido desde que era niña en multitud de cuentos. Ira afirma estar del lado de Emilia y que su maestro le ha encargado resolver una serie de asesinatos de mujeres que se han producido en la isla.
Todo lo que creía saber Ivy Morgan se ha venido abajo. Tras ser traicionada y estar a punto de morir a manos del príncipe de los faes, ha de guardar a toda costa un secreta perturbador porque, si la orden lo descubre la matara. Y luego esta Ren Owen el miembro de la elite de la orden tatuado e irresistible, que ha conquistado la cama y el corazón de Ivy entre hay una química abrasadora pero Ivy sabe que Ren valora por encima de todo su deber hacia la orden, jamás la miraría de nuevo si conocieras la verdad. Tal vez incluso la matarían pero puede Ivy seguir mintiéndole.
Las cosas están a punto de ponerse muy complicadas en Nueva Orleans. Ivy Morgan no es una universitaria cualquiera, ni su vida es tan tranquila como podría ser la de una chica de su edad Ella pertenece a la Orden, una organización secreta encargada de combatir hadas y otras criaturas diabólicas que se mueven por el Barrio Francés de Nueva Orleans. Cuatro años atrás, esas criaturas le arrebataron a las personas que amaba Y desde entonces no puede permitirse querer a nadie. En un trabajo como el suyo los vínculos emocionales están prohibidos. Entonces aparece Ren Owens, con sus ojos verdes y su metro noventa de tentación, a desestabilizar las barreras que ella misma se había impuesto Y es que Ren es la última persona que Ivy necesita en su vida. Bajar la guardia con él es tan peligroso como ir a la caza de las hadas infernales que asolan las calles. Ivy necesita algo más que las exigencias de su deber, pero ¿valdrá la pena abrir su corazón? ¿O quizás el hombre, que reclama su alma y su corazón, podría causarle más daño incluso que los seres antiguos que amenazan la ciudad?