Enamorarse fue fácil.
Lo que viene después es el verdadero desafío...
Tras una devastadora lesión que lo ha mandado al banquillo, Johnny Kavanagh se aferra como puede a sus sueños. Perdido, inseguro y necesitado de consuelo, decide desentrañar los misterios que envuelven a la chica de ojos azules en la que no puede dejar de pensar ni un minuto.
Guardar un secreto nunca ha sido un problema para Shannon Lynch. Sabe bien que los demonios y los villanos no solo acechan en los cuentos, sino también en el mundo real. Traumatizada tras volver de Dublín y desesperada por proteger a sus hermanos pequeños, Shannon acaba participando en la misma pantomima de siempre mientras su futuro se desmorona frente a sus ojos. La única forma de protegerse es levantar un muro a su alrededor.
Solo un chico será capaz de saltar ese muro, el mismo que le ha robado el corazón. Sin embargo, están a punto de salir a la luz secretos que cambiarán sus vidas para siempre.
¿Sobrevivirá a todo ello el amor entre Johnny y Shannon?
RYAN
Soy el nuevo capitán de los Devils, el equipo de la NBA de Chicago, y lo último que necesitaba este año era que Indy Ivers, la mejor amiga de mi hermana, se mudara a mi apartamento. Es desordenada, histérica y demasiado tentadora.
Pero cuando el director del equipo expresa su desaprobación por mi ascenso a capitán, refiriéndose a mí como un lobo solitario sin equilibrio entre la vida laboral y personal, no se me ocurre mejor manera de convencerle de lo contrario que fingir que salgo con mi simpatiquísima compañera de piso.
Tener una novia falsa no tenía por qué ser complicado, pero tener a Indy bajo mi techo y en mi cama es complicado, sobre todo cuando quiere también la parte romántica que yo nunca podría darle.
INDY
Nunca imaginé que viviría con el hermano de mi mejor amiga, la superestrella de la NBA Ryan Shay. ¿Más increíble aún? Me necesita para que actúe como su novia, amantísima y cariñosa, que de repente lo ha convertido en un tipo simpático y accesible.
Porque, bueno... no lo es. Es un obseso de su espacio personal y no confía en los demás.
Pero nuestro acuerdo no es unilateral. Tengo una boda dentro de poco, a la que asistirán todos mis amigos de la infancia, incluido mi exnovio, y no hay mejor venganza que ir acompañada del héroe de mi ex.
Sin embargo, a veces se me hace imposible separar lo real de lo falso. Enamorarme de mi compañero de piso nunca formó parte del trato, sobre todo cuando Ryan no hace más que recordarme que no cree en el amor.
De la autora de La hipótesis del amor, una romcom en la que los caminos de dos rivales del ajedrez se cruzan en una competición donde acabarán jugándose el corazón Para Mallory Greenleaf, el ajedrez ha pasado a mejor vida. Ahora sopesa con cuidado cada decisión que toma: después de que dicho deporte hiciese estragos en su familia hace cuatro años, Mallory se dedica en exclusiva a su madre, a sus hermanas y a un trabajo basura con el que paga las facturas. Al menos, hasta que accede de mala gana a participar en un último torneo benéfico y, sin pretenderlo, machaca al famoso Matarreyes, Nolan Sawyer: el campeón mundial y el tío más malote del ajedrez. La derrota de Nolan frente a una don nadie de campeón nato deja de piedra a todo el mundo. Pero lo más desconcertante es que el chico quiere enfrentarse de nuevo a ella. ¿Qué clase de gambito está poniendo Nolan en práctica? Lo más inteligente sería dar media vuelta y marcharse. Abandonar. Dar por finiquitada la partida. Sin embargo, la victoria le brinda la posibilidad de embolsarse unos cuantos premios en metálico, algo que buena falta le hace, y, pese a todo, no puede evitar sentirse atraída por el enigmático estratega...