Un poemario que habla de la soledad, pero también de la confianza en el amor como salvación.
Soy la pieza que no encaja en ningún puzle, una máscara que oculta un vacío, mi propio enemigo… Soy la eterna lucha entre la razón y el corazón.
Las cadenas que me atan han dejado en mí cicatrices invisibles que llevo como si fueran trofeos de batallas ganadas y amores perdidos.
Solo alguien muy especial podrá salvarme de perderme en la soledad. ¿Serás tú esa persona?
Dos años han transcurrido desde que Lovem Kennedy, la semidiosa hija de Zeus, muriera en la batalla para destruir el centro de la Tierra y, con él, a Escila, un veneno creado para robar a los semidioses su poder y ganar la guerra que enfrenta a los reinos del Olimpo.
Dos años hace que Tristan Drake, príncipe de los dragones, pena la muerte de su amor, como si el mundo no siguiera revuelto y la seguridad de todos amenazada: Escila no fue destruida por completo y ellos saben que se esconde en el Olimpo.
Los gigantes lanzan un ataque tras otro al Mundo Exterior en un intento de provocar a los semidioses y obligarlos a actuar. Pero ¿es su intención acabar con todos los semidioses o solo con uno? Porque Lovem sigue viva, aunque nada recuerda de sus amigos, va a la universidad y lleva la vida de humana que siempre quiso.
Kalyna’s family has the Gift: the ability to see the future. For generations, they traveled the four kingdoms of the Tetrarchia selling their services as soothsayers. Every child of their family is born with this Gift—everyone except Kalyna.
So far, Kalyna has used informants and trickery to falsify prophecies for coin, scrounging together a living for her deteriorating father and cruel grandmother. But Kalyna’s reputation for prophecy precedes her, and poverty turns to danger when she is pressed into service by the spymaster to Rotfelsen.
Kalyna is to use her “Gift” to uncover threats against Rotfelsen’s king, her family held hostage to ensure her good behavior. But politics are devious; the king’s enemies abound, and Kalyna’s skills for investigation and deception are tested to the limit. Worse, the conspiracy she uncovers points to a larger threat, not only to Rotfelsen but to the Tetrarchia itself.
Kalyna is determined to protect her family and newfound friends, but as she is drawn deeper into palace intrigue, she can no longer tell if her manipulations are helping prevent the Tetrarchia’s destruction—or if her lies will bring about its prophesized downfall.