¡Estas vacaciones, Leo y Lía están a punto de vivir la mayor aventura de todas!
Un día, mientras juegan en la playa, los hermanos Leo y Lía encuentran un misterioso huevo, pero no es de gallina ni de dinosaurio, ni mucho menos de alienígena. ¡Es un huevo de monstruo!
El monstruo que sale de dentro se llama Megabú y tiene un extraño poder: ¡convertirse en todo lo que come!
Con este poder tan raro y las ganas de zampar de Megabú, ¿cómo se las arreglarán Leo y Lía con su nuevo compañero de habitación?
¡Es hora de volver al cole y los líos están asegurados!
Leo y Lía regresan a clase ¡y lo hacen con muchas ganas! El monstruito Megabú, en cambio, no está tan contento. ¿Por qué será? ¿Porque ya se ha comido todos los bollitos de fresa? ¿Porque le han despertado de la siesta?
¡Pues no! Resulta que Megabú también quiere ir a clase. Así que, si no le dejan acompañarlos, irá él por su cuenta.
Pero ¿qué puede hacer un monstruo en el cole? Pues aprender mucho ¡y provocar algún que otro embrollo!
Estofado y el lobo han decidido irse de acampada. ¡Qué divertido! Tras armar la tienda, disfrutan de la piscina. Pero ¿qué pasará cuando venga la tormenta? ¡Todo tendrá un final feliz!
El primer amor no se olvida, solo se supera y se aprende a vivir con su recuerdo.
Hasley debe seguir con su vida, pasar página y mirar hacia adelante. Cuando su madre le dice que es hora de continuar y dejar el pasado atrás, esas palabras se le clavan como puñales en el alma.
Ella es joven y tiene todo el tiempo del mundo para rehacer su vida. Una vida que está llena de oportunidades, aunque todavía no pueda verlas.
Todo cobra un nuevo sentido con la aparición de Harry Beckinsale, licenciado en Derecho y unos años mayor que ella.
¿Será esta la nueva oportunidad para que sus sueños con Luke puedan descansar junto a su memoria?