Luce es un hada a la que no le gusta la nieve, porque cuando el jardín es cubierto de blanco, se vuelve invisible. Ella tiene alas totalmente blancas, pero le gustaría tenerlas de mil colores, porque ella no sabe que el blanco ya contiene todos los colores del arco iris, ¡como ella! Una tierna historia dedicada a todos aquellos que encuentran fuerza y coraje para expresar su singularidad.
Había una vez, hace mucho tiempo, un niño tan pequeño que cabía cómodamente dentro de la corola de una flor. Bianca lo cuidó con cariño desde el día en que lo encontró, pequeño y solo, durante una fuerte nevada que había cubierto todo el pueblo de Bijankik. El niño, cuya piel y cabello eran del color de la leche, resistió la helada aferrándose a una campanilla de nieve, y lloró con fuerza. Así que la joven lo acogió como si fuera su propio hijo, abriéndole su casa y, sobre todo, su corazón. Un relato conmovedor dedicado a un amor que supera cualquier distancia.
Dodo es un hada que nació sin alas, pero eso no le impide volar. Porque, como dice su abuela, sólo hace falta valor, un buen amigo y unos brazos fuertes para alcanzar las alturas. Una historia dedicada a la maravilla de una amistad que supera todas las diferencias.
Si Cassie está segura de una cosa es de que ama a Maurice Remington como nunca ha amado a nadie en la vida. No es solo su mejor amigo y compañero de piso, sino que también comparte su pasión por la literatura fantástica, el rol en vivo y el cosplay.
No obstante, Cassie sabe que nada garantiza que su amistad dure para siempre. Da igual lo profunda que sea, porque a veces parece que pertenecen a mundos muy distintos.
Mientras que Auri juega a fútbol, tiene muchos amigos y le gusta estar rodeado de gente, Cassie tiene un círculo de amistades pequeño pero muy cercano. Sin embargo, cuanto más tiempo pasa y más fuertes son sus sentimientos hacia él, mayor es el miedo de que lo que los une no sea tan fuerte como lo que los separa...
Con humor, simpatía y una heroína atípica que es más valiente de lo que cree, Ajo y el vampiro nos recuerda la importancia de creer en uno mismo y también que los desconocidos no siempre son tan temibles como parecen. Ajo siente que siempre lo hace todo mal. No importa cuánto la animen Zanahoria y la amable Bruja Agnes, Ajo solo desea ocuparse de su huerto, un lugar bonito y seguro, y vivir en su pequeña aldea con el resto de vegetales. Pero cuando llegan noticias de que un sanguinario vampiro se ha mudado al cercano castillo abandonado, todos coinciden en algo: a pesar de sus temores e inseguridades, nadie mejor que Ajo para plantarle cara. Y, con las esperanzas de todos puestas en ella, acepta enfrentarse al misterioso vampiro confiando en poder salir airosa. Al fin y al cabo, el ajo ahuyenta a los vampiros… ¿verdad?
Siempre estoy dándole vueltas a qué piensan los demás sobre mí.
A quién ven en mí.
Pero contigo no me pasa.
Contigo puedo ser yo mismo.
Micah tiene dieciocho años y un único deseo: encontrar a Adrián, su hermano mellizo, que desapareció sin dejar rastro cuando su madre lo echó de casa tras pillarlo en la cama con otro chico. Mientras que sus padres guardan las apariencias, ella renuncia a su plaza de Yale y se matricula en la universidad local para seguir buscando a su hermano.
Al mudarse a su nuevo apartamento, descubre que tiene como vecino a Julian, el atractivo camarero que perdió el trabajo por culpa suya unas semanas atrás. Micah se siente fatal, pero él no le da la oportunidad de disculparse, y ella pronto descubre que el chico no deja que nadie se le acerque.
Cuanto más lo conoce, más le fascina su carácter impenetrable, al tiempo que crece el hormigueo que le invade cuando lo tiene cerca. Sin embargo, Julian guarda un secreto que podría cambiar para siempre el modo en que Micah lo ve...