La vida de Jace ha cambiado radicalmente. Está a punto de comenzar la universidad y de cumplir sus sueños de convertirse en doctor, pero, sin embargo, es incapaz de alegrarse. Su corazón se ha quedado anclado en aquella noche de hace cuatro años, cuando perdió al amor de su vida. Porque ¿cómo pasa uno página tras algo así?
Pero entonces conoce a Charlotte. Tan parecida a Charlie y al mismo tiempo tan distinta. ¿Será esta su oportunidad de recuperar la ilusión perdida? ¿Se atreverá Jace a dar el paso para enamorarse y ser feliz de nuevo?
As a bloodline vampire, Lizzie has never had a problem taking what she wants, and right now what she wants are the family heirlooms that were stolen from her and a portal home. Too bad even that short list is impossible to accomplish on her own—and her allies have bigger things to worry about.
When they rescue a selkie from captivity, it’s the perfect solution to her problem. Lizzie needs a guide through Threshold and the selkie needs someone to help her get her skin back. Maeve didn’t choose to give up her skin—it was stolen from her. Now she’s in an uneasy partnership with a dangerous woman who seems more apt to kill than to share a kind word. It’s terrifying…and a bit alluring. Even though she knows it will end in heartbreak, Maeve can’t help being drawn to Lizzie and her all-too-pleasurable vampire bite.
Unfortunately, the danger to Maeve’s heart is the least of her worries. The ship Lizzie’s chasing belongs to the Cŵn Annwn, and they don’t take kindly to people who steal from them. Not even Lizzie’s viciousness or Maeve’s selkie strength will be enough to save them if the Cŵn Annwn seek retribution…
Winnie ha conseguido todo lo que pensaba que quería. Ha superado las pruebas mortales para convertirse en cazadora, su familia ha sido bienvenido de nuevo entre los luminarios y, de manera repentina, se ha convertido en una celebridad local. Por desgracia, siente que algo no va bien. Nadie la cree cuando habla de la nueva pesadilla que está matando a cazadores todas las noches. Todo el mundo culpa a un hombre lobo, aunque Winnie está convencida de que es inocente. ¿Logrará, con ayuda de Jay, salvar Hemlock Falls antes de que sea demasiado tarde?
Con tan solo dieciséis años, Carolina tuvo que despedirse para siempre de su madre, una dura pérdida que la hizo madurar antes de tiempo. Y siete años después, sigue recordándola todos los días de su vida. Su padre, sin embargo, no ha sido capaz de superar la pérdida de su esposa, por lo que Carolina toma una drástica decisión para hacerlo salir de casa, aunque solo sea para ir a una cafetería.
Antía vive con su madre y su hermana pequeña, Vera. Cuando era más joven no se portó del todo bien con su madre, por lo que ahora intenta compensarlo. Ayuda todo lo que puede en el negocio familiar y, como más de una vez le ha pedido su madre, intenta ser un buen ejemplo para Vera.
¿Te has preguntado alguna vez cuál es el valor de una vida? Aquella mañana, la de mi hermano valía un reloj de bolsillo.
Junio de 1941, Kaunas, Lituania. Lina tiene quince años y está preparando su ingreso en una escuela de arte. Tiene por delante todo lo que el verano le puede ofrecer a una chica de su edad. Pero de repente, una noche, su plácida vida y la de su familia se hace añicos cuando la policía secreta soviética irrumpe en su casa llevándosela en camisón junto con su madre y su hermano. Su padre, un profesor universitario, desaparece a partir de ese día.
A través de una voz narrativa sobria y poderosa, Lina relata el largo y arduo viaje que emprenden, junto a otros deportados lituanos, hasta los campos de trabajo de Siberia. Su única vía de escape es un cuaderno de dibujo donde plasma su experiencia, con la determinación de hacer llegar a su padre mensajes para que sepa que siguen vivos. También su amor por Andrius, un chico al que apenas conoce pero a quien, como muy pronto se dará cuenta, no quiere perder, le infunde esperanzas para seguir adelante. Este es tan solo el inicio de un largo viaje que Lina y su familia tendrán que superar valiéndose de su increíble fuerza y voluntad por mantener su dignidad. ¿Pero es suficiente la esperanza para mantenerlos vivos?
Andrómeda es una adolescente misteriosa, como la galaxia, que no se relaciona con nadie. En clase, desde una mesa al lado de la ventana, observa el mundo a través de unas gafas de sol, como si no tuviese nada que ver con ella.
Héctor es otro elemento extraño en el instituto. Extremadamente amable y tímido no sabe comunicarse, quizá porque piensa que, de hacerlo, nadie le comprenderá. A la hora del recreo, se sienta solo en la parte más alta de las gradas del patio y mira el cielo, mientras sueña en como podría conocer a la chica enigmática que va con él a clase.
Hasta que, un suceso desafortunado los acerca para, después, separarlos de nuevo. Cinco años después, Héctor y Andrómeda se reencuentran y comienzan una relación que parece querar traspasar los límites de la amistad.
Pero, ¿pueden dos corazones rotos sanarse mutuamente y recuperar la ilusión de vivir?