¿Un ciervo que come sopa de fideos? ¡Bah, me diréis, eso es mentira, es un cuento! Y tendréis razón a medias, porque sí, es un cuento, pero no, no es mentira. ¿Y si os digo que un búho viene
a desayunar, se posa en mi hombro y me mordisquea las orejas? ¿O que un pingüino podría instalarse en vuestra casa? Amor, valentía, solidaridad, fidelidad o amistad son algunas de las muchas cosas buenas que nos enseñan estos bichos locos y las personas que los aman y respetan, y su autora, Bella Bamba, nos acerca sus historias.
Eva salía a toda prisa de casa para llegar puntual al colegio. Al sacar sus cuadernos de la mochila una nota cayó al suelo. Eva la leyó y la puso encima del estuche de su compañero José. ?La nota? viajará de mano en mano, sorprendiendo y alegrando el día a los habitantes de un divertido barrio. Un relato ameno y optimista que nos anima a comunicarnos, a expresar afectos y emociones. Un desplegable con formato acordeón en cuyo reverso descubrirás los secretos de sus protagonistas.
Selva es un libro visual que, sin palabras y únicamente a través de sus imágenes, narra el divertido paseo -lleno de inesperados hallazgos- de un niño por un paraje de exhuberante vegetación que ocupa la totalidad de la doble página.
Siete magníficos cuentos, ilustrados con mucha ternura y frescura, que servirán para que los más pequeños empiecen a disfrutar de la lectura y, además, aprendan a identificar, reconocer y nombrar estas emociones: el enfado, la vergüenza, los celos, la felicidad, la tristeza y el miedo. Con variados pictogramas, que facilitan y amenizan la lectura, troqueles para montar los personajes y códigos QR con las canciones de cada cuento.
Siete magníficos cuentos, ilustrados con mucha ternura y frescura, que servirán para que los más pequeños empiecen a disfrutar de la lectura y, además, aprendan a identificar, reconocer y nombrar estas emociones: el enfado, la vergüenza, los celos, la felicidad, la tristeza y el miedo.
A los pequeños oso polares Bobuk y Tontuk les gustaba jugar al escondite con su hermano Nanuk porque era como un bombón de chocolate en un vaso de leche... y lo encontraban enseguida! Y es que Nanuk era diferente.