Trudi ha comenzado a ir al colegio. Cada día va emocionada por ver a las otras aves, y, en especial, por escuchar lo que su profe les va a explicar, y cada día regresa a casa contenta y llena de cosas para contar. Hasta que un día, Trudi regresa totalmente alicaída y con una pregunta para sus padres: «¿Por qué no me dijisteis que los avestruces como nosotros no pueden volar?» Por supuesto, ser un ave y no poder volar parece la más terrible de las tragedias. Lo que Trudi no sabe es que su maestra, la gallina Cococorina, tampoco puede volar igual que el resto.
Después de años buscando, Elo ha encontrado, por fin, su sitio en el mundo: ¡el Pueblo! Hace poco que llegó, pero tiene muchas ganas de poder disfrutar de la vida tranquila de sus sueños.
O eso pensaba... antes de que su MALVADO hermano gemelo llegase sin avisar. Últimamente se comporta de una manera extraña. ¿Quizá Mars haya cambiado? Nada más lejos de la realidad... ¿Qué perversos planes estará tramando?
Elo y sus amigos, ¡ah, y una llama!, empiezan una carrera contrarreDespués de años buscando, Elo ha encontrado, por fin, su sitio en el mundo: ¡el Pueblo! Hace poco que llegó, pero tiene muchas ganas de poder disfrutar de la vida tranquila de sus sueños.
O eso pensaba... antes de que su MALVADO hermano gemelo llegase sin avisar. Últimamente se comporta de una manera extraña. ¿Quizá Mars haya cambiado? Nada más lejos de la realidad... ¿Qué perversos planes estará tramando?
Elo y sus amigos, ¡ah, y una llama!, empiezan una carrera contrarreloj para descubrir toda la verdad y salvar el pueblo...
¡Antes de que sea demasiado tarde!loj para descubrir toda la verdad y salvar el pueblo...
¡Antes de que sea demasiado tarde!
Alba González es una chica de veinte años que empezó a escribir para salvarse de sí misma cuando tenía tan solo doce.
En 2017 entró en depresión y dos años más tarde tuvo anorexia. Tras varios intentos autolíticos ingresó en un centro y empezó a escribir sobre sus problemas con la salud mental. En este poemario vuelca su proceso de recuperación, su lucha y sus recaídas en esta situación tan complicada que la ha acompañado toda su vida.
Telmo Lobo se está volviendo loco: ve cosas que nadie ve, las gaviotas le hablan y un misterioso millonario aparece para decirle que sabe dónde está su padre, quien desapareció sin decir nada hace años de la vida de sus hijos, Telmo, Mía y Sammy.
Los hermanos Lobo y su amiga Carmina se han enfrentado a abusones y a duras competiciones de deporte, pero lo que se encontrarán al seguir la pista de su padre será algo nunca visto: otra dimensión como jamás hubiesen imaginado, donde surfear por el aire y comunicarse con la mente es posible, y donde el mal amenaza con tomar el control. Juntos se adentrarán en una aventura llena de retos en la que todos deberán hacer frente a sus miedos. Tendrán que sacar valor y arriesgarse antes de que la amenaza de Vértigo condene a todas las personas a las que quieren.
¿Cómo pueden pasar tantas cosas en tan poco tiempo? No soporto la espera para ver a Klaus; Anna y Laura están rarísimas; Nadia lo está pasando mal en su nuevo insti, y, por si fuera poco, ¡ahora mis padres dudan de si regalarme el móvil cuando cumpla trece años! Qué intensidad, bro».
A Goa los días se le hacen eternos esperando para reencontrarse con Klaus. Y parece que ¡hasta Semana Santa no se van a poder ver! Pero Goa no es la única sintiendo tantas cosas... Mientras algunas relaciones olvidadas renacen, otras se encuentran con obstáculos inesperados. Y, en medio de todo esto, una emergencia hará que Goa y sus amigos se movilicen para encontrar una solución.
El barrio se ha gentrificado y cada vez existen más cafés de especialidad y menos campos de fútbol.
Santy, Peluca, Adil y Parseiro, más conocidos como los PBTS, empiezan a preocuparse porque ya casi no quedan campos en los que poder hacer sus retos más locos.
Pero hay uno que todavía resiste. El campo más grande, impresionante y codiciado por todos los chavales... ¡EL CAMPO SUPREMO!