Russ Callaghan y Aurora Roberts coinciden en una fiesta, se dejan llevar por un juego y terminan juntos. Sin embargo, ella se escabulle antes de que él tenga la oportunidad de pedirle una cita. Sin saberlo, ambos van a trabajar en el mismo campamento de verano: él, para alejarse de su padre, y ella, para volver al último lugar donde se sintió como en casa. Russ sabe que tiene prohibido «fraternizar» con Aurora si no quiere que lo echen. Desgraciadamente para él, a ella no le importan tanto las reglas... Ahora solo les queda descubrir si las chispas que saltaron entre ellos durante su primera noche quedarán en nada o si, por el contrario, lo incendiarán todo.
¿Quién no ha deseado alguna vez ser invisible?
¿Quién no ha deseado alguna vez dejar de serlo?
El problema es que nunca he llegado a controlar bien ese poder:
A veces, cuando más ganas tenía de ser invisible, era cuando más gente me veía, y en cambio, cuando deseaba que todos me vieran, era cuando a mi cuerpo le daba por desaparecer.
Hay rupturas que nos rompen.
O, al menos, así fue con ellos: un amor truncado y una ruptura que no les permite pasar página.
Pero ¿y si tuviesen una segunda oportunidad? No de volver a enamorarse, sino de romper de nuevo, pero esta vez bien, sin pisotear sus corazones en el proceso.
No parece imposible; al fin y al cabo, para conseguirlo solo deben convivir durante 90 días y recordar la regla más importante de todas:
No te enamores.