El Sol ha salido y está brillando, y el pequeño vampiro Vlad está arropado en el ataúd..., pero los CHAC-CHAC, ÑEEEC y CLANC le tienen imaginándose todas las cosas aterradoras, luminosas y brillantes que hay ahí fuera. Por suerte, su mamá sabe qué debe decir para hacer que se sienta bien y que pueda descansar tranquilamente. Con un texto inteligente y lleno de ilustraciones muy detalladas, ésta es la perfecta historia para leer antes de ir a dormir para cualquier niño (o vampiro) que necesite que le aseguren que es seguro irse a dormir.
El duende Gilbert es el primero en admitir que estaba, ejem, equivocado. En realidad, los uni-cornios organizan las mejores meriendas y los dragones hacen una sopa de helado buenísima. Pero esta vez, puede confirmar que ¡LOS YETIS SON LO, ABSOLUTAMENTE, PEOR! Claro, pueden parecer geniales y misteriosos, pero Gilbert sabe con seguridad que una vez que conoces a uno, descubrirás que ¡no son todo lo que parecen! Y eso es lo que Gilbert planea hacer: encontrar a un yeti. Eso es, si puede encontrar uno... ¿Pero cómo de difícil puede ser?
En cuanto a la Navidad se refiere, todo el mundo dice que ¡los elfos son los mejores! Pero el duende Gilbert sabe que eso son habladurías. Los elfos tienen la reputación de ser muy trabajadores, ¡pero los duendes también trabajan duro! Gilbert cree que puede trabajar más duro que ninguno de ellos, y por eso, se infiltra en el taller de Santa con su mejor disfraz de elfo para probarlo. ¿Pero qué puede hacer un solo duende en comparación a un equipo de elfos?
Un libro sobre el valor de la imaginación y la narración, del amor entre una niña y su abuela, de la importancia de la familia y la memoria. Alina vive en un faro junto al mar: un hogar lleno de la calidez de las mágicas historias de la abuela. Pero Alina está preocupada. Los recuerdos y las historias de la abuela empiezan a desvanecerse y no sabe cómo recuperarlos. Un día, Alina se encuentra con una sirena en las rocas próximas al faro y se ve arrastrada a una aventura mágica en las profundidades del mar. ¿Podrá la sirena ayudarla a recuperar esas historias para mantenerlas presentes? «Nada conmigo la invita la sirena, ntre el torbellino y los remolinos de las mareas, asta el lugar que guarda los cuentos de tu abuela muchas, muchas más historias bellas».
Una entrañable historia sobre cómo encontrar la chispa brillante de valentía en nuestro interior. Maite no es como su intrépida amiga Marga. Maite es una gallina a la que TODO le da miedo (¡de noche, de día, y cualquier cosa que tenga pelos!). Pero cuando su acogedor granero se ve perturbado por un escurridizo ladrón que intenta llevarse a su amiga, la oveja Sandra, ¿podrá Maite encontrar su brillante chispa de valentía y salvar a su lanuda compañera? Una historia llena de humor, alegría ¡y dos gallinas muy valientes!
Corre el año 1975 y varios miembros de ETA y del FRAP han sido condenados a muerte en el proceso de El Goloso. El Teatro Incontrolado de Zaragoza, un conjunto juvenil unidp por lazos de amistad y por la tenacidad de su director artístico, va a participar en el Certamen Nacional de Teatro Aficionado, que ese año se celebra en Guadalajara. Pero un suceso inesperado frustra este proyecto: ya en Guadalajara, Natalia y Jaime, miembros del grupo teatral aragonés, son secuestrados y encerrads en un zulo construido dentro del propio teatro. Y los secuestradores exigen un alto precio por la liberación de sus rehenes: que se conmute la pena de muerte a uno de los condenados en El Goloso...
Mary Shelley nació en Londres en la época de la Revolución Industrial. Su madre murió cuando solo tenía once días y fue educada por su padre, el excéntrico filósofo William Godwin, que se volvió a casar unos años después. Mary creció amando los libros, en especial los escritos de su madre, la filósofa y escritora feminista Mary Wollstonecraft, que la influyeron enormemente. Conoció al poeta Percy Shelley, de quien se enamoró y con el que se fugó. Una noche de tormenta, en una reunión de amigos, lord Byron propuso que cada uno escribiera su propio relato de terror. Así nació Frankenstein, la novela de ciencia ficción más conocida de la historia.
Hay historias que nos abren la mente. Hay historias que nos hacen reflexionar. Y también hay historias que nos cambian la vida; El bosque de los susurros es una de ellas. Riley tiene once años y cree en los Susurros: hadas mágicas que te conceden deseos si les rindes tributo. Y Riley tiene muchos deseos: desea que los abusones de la escuela dejen de molestarlo; desea agradarle a Dylan, el chico de octavo curso que le gusta, y también desea dejar de mojar la cama. Pero sobre todo, Riley desea que su madre regrese a casa. Desapareció hace unos meses, y él está decidido a resolver el caso. Incluso se reúne con Frank, un detective, para repasar su declaración de testigo una y otra vez. Frustrado por la falta de avances en la investigación, Riley decide encargarse él mismo del asunto. Así que se va de acampada con su amigo Gary para encontrar a los Susurros y pedirles que traigan a su madre de vuelta a casa. Lo que Riley no imagina es que ese viaje cambiará su mente y sus creencias para siempre.
De día juegan al fútbol, de noche son superhéroes
Ramón Naya, más conocido como RANA, acaba de llegar a vivir a un pueblo muy peculiar: Nakatomi.
Su afición por el fútbol y sus ganas de hacer nuevos amigos hacen que entre en el equipo de su nuevo colegio.
Allí descubrirá que nada es lo que parece: tanto él como sus compañeros empiezan a desarrollar extraños poderes el día que cumplen once años.
¿Son superhéroes? ¿Mutantes? ¿O simplemente un grupo de niños y niñas con extrañas habilidades?
Los Once tendrán que aprender a usar sus superpoderes y enfrentarse en el campo de fútbol a un partido decisivo.