El doctor Mortimer pide ayuda a Sherlock Holmes para salvar a los Baskerville de un sabueso terrorífico que quiere acabar con su estirpe. Para ello, Holmes encarga a Watson la misión de proteger al último de los Barkerville.
En la mansión familiar, rodeada de un tenebroso páramo, le esperan extraños personajes y misterios difíciles de resolver.