Hay muchos motivos por los que Lovelight Farms ya no es el paraíso invernal con el que Stella Bloom soñaba: los abetos marchitos, el establo de Papá Noel conquistado por mapaches, mercancías extraviadas, una deuda tremenda...
Para intentar salvarlo, Stella se presenta a un concurso. Pero hay un problema: intentando pintar Lovelight como un destino para vacaciones en pareja, Stella dijo que lo llevaba con su novio. Y no tiene. A quien sí tiene es a Luke Peters, su mejor amigo, que de repente se ve con un negocio a su nombre y, de paso, con una relación falsa. No obstante, fingir que está enamorado de Stella le resulta fácil, y puede que el destino le haya hecho el mejor regalo de Navidad posible...