Goliat de Gat no es un gran guerrero. Siempre que haya alternativa preferirá ocuparse del papeleo a hacer las rondas, por no hablar del disgusto que le causa entrar en combate. Sin embargo, por orden del rey, tendrá que enfrentarse diariamente a los israelitas. «Escoged de entre vosotros un hombre que venga contra mí. Si él puede pelear conmigo y me vence, nosotros seremos vuestros siervos; y si yo puedo más que él y lo venzo, vosotros seréis nuestros siervos y nos serviréis». Día tras día, Goliat repite tediosamente el mismodiscurso, haciendo que su malestar persista y su aislamiento alcance niveles insospechados. Aunque la soledad de Goliat tiene su parte positiva, ya que le brinda la oportunidad de reflexionar mientras observa la belleza de su entorno.
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