Una crisis de infertilidad asola el mundo, el último parto natural se produjo hace más de veinte años y ahora la única forma de concebir es someterse a un doloroso tratamiento de fertilidad. Todo recién nacido es estrictamente monitorizado, y si te declaran no apto como progenitor, entonces el bebé te será extraído.
Tras presenciar diversas luchas para concebir y más tarde, conservar la custodia de los bebés, Kit se había propuesto no tener hijos. Pero un día conoce a Thomas y juntos tienen una niña, Mimi. Muy pronto los pequeños errores se acumulan y Kit deberá enfrentarse a la posibilidad de perder a su hija, y plantearse hasta dónde será capaz de llegar para mantener unida a su familia.