En El hombre triángulo la fragilidad del sujeto radica en no tener acceso a ciertos saberes y en no poder articularse dentro de una identidad. De manera ejemplar, esta novela representa los efectos que discursos y prácticas excluyentes imponen en los sujetos narrados como no-masculinos y cómo la desarticulación de identidades sexuales posiciona a sujetos no-normativos en un Caribe gozoso que se contradice en una geometría de lo precario.
V. Crisóstomo.
Esta novela narra la frágil masculinidad de un Caribe en constante estado de ebullición. Con un sutil. manejo del lenguaje poético y callejero, esta novela conversa con el universo literario de escritores como Rita Indiana, Mario Bellatín y Pedro Juan - : Gutiérrez. El hombre triángulo es el performance de - la (de)construcción de una sexualidad, indeleble que abarca toda la antillanía. Estos personajes recorren con gracia una cuerda floja que se fundamenta en la geografía de lo ambiguo, en una utopía melancólica y verdadera que se desvive más allá del absurdo.
M. van Nerissing
