Los monstruos vagan a sus anchas por Arcópolis y se llevan a los niños a su sombrío inframundo, dejando un rastro de destrucción a su paso. Solo un hombre puede ayudarles: el justiciero Haggard West.
Por desgracia, Haggard West ha muerto.
La ciudad de Arcópolis está desahuciada pero, cuando se salvación llega bajo la forma de un semidiós de doce años, nadie está más sorprendido que el propio «chico batallador»: así llaman a Battling Boy.