MI RINOCERONTE TAMBIEN COME CREPES
Dalia está desayunando cuando un enorme rinoceronte morado entra en la cocina, ¡como si nada! Y entonces da un mordisco a su crepe, ¡como si nada!
Dalia intenta explicárselo a su mamá y a su papá, pero ellos están demasiado ocupados para escucharla. Siempre están demasiado ocupados.
Así pues, Dalia empieza a hablar con el rinoceronte...
Un día, mamá y papá descubren que un gran rinoceronte morado ha desaparecido del zoológico… quizá deberían haber prestado un poco más de atención a lo que Dalia explicaba…
Una divertida y conmovedora historia para reflexionar sobre el tiempo de calidad que precisan los más pequeños.
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