Taxistas, bares, barrios y ciudades, mitos de la infancia, libros, películas, mucha música y familia: así de extenso es el «universo Zanón», y así de variadas son su flora y su insólita fauna, fruto de una reflexión implacable, pero también un tanto melancólica, sobre la realidad y las cosas del día a día que ve, piensa y recrea a su manera.
Novelista y poeta, Carlos Zanón es también un narrador que escribe en un periódico. Tras varios años de colaboraciones ininterrumpidas en prensa, nos ofrece en Cien formas de romper un glaciar la contraparte real del universo imaginario que palpita en todas sus novelas.