Robert J. Wicks argumenta a favor de la humildad y la autenticidad en un momento en que el narcisismo y el exhibicionismo son protagonistas en muchos ámbitos, como la política, el entretenimiento o los deportes. Y defiende la simplicidad en una época en la que la vida parece tan compleja.
Te muestra la fuerza y la alegría al explorar quién eres, y te invita a compartirte con los demás de forma que ellos también puedan beneficiarse y recuperarse.