A partir de 1908, pocos años antes de que Karl Kraus prescindiera de colaboradores en la revista y esta cobrara así su forma definitiva, comenzaron a aparecer en Die Fackel unos textos breves bajo el título genérico de Glosas. Se trataba de textos en los que Kraus comentaba, en general satíricamente, frases, noticias, editoriales publicados en la prensa. Quien conozca ni que sea mínimamente su obra sabrá que eso constituye en sí mismo una de las características sustanciales de su labor. El periodismo era para él el ejecutor de la degradación de la lengua, el necesario cooperador verbal, por acción u omisión, de la violencia, el impulsor, finalmente, de una guerra mundial.
Agotado